Vuelta a España 2013, más de lo mismo

Un año más La Vuelta a España 2013 dará que hablar. En su búsqueda por la innovación, que le ha llevado a realizar salidas entre otros lugares poco habituales como los circuitos del Járama o Assen, la organización ha querido dar una nueva vuelta de tuerca para este año. Así,el pelotón participante desde el sábado 24 de agosto en la ronda española comenzará el recorrido desde una batea situada en la localidad de Vilanova de Arousa, para llegar a la ciudad de Sanxenxo después de recorrer 27,4 kilómetros de contrarreloj por equipos. Uno de los detalles más destacables es el esfuerzo realizado para unir tierra firme con el punto de salida ya que la batea se encuentra a unos 60 metros de tierra firme. Para que los ciclistas puedan circular con normalidad la organización ha creado una pasarela de 60 metros de largo por 8 de ancho por la que los que los ciclistas darán sus primeras pedaladas en esta competición sobre, literalmente, aguas gallegas.

Los ciclistas darán sus primeras pedaladas en esta competición sobre, literalmente, aguas gallegas

Como es costumbre en los últimos años, La Vuelta ha sido presentada como una de las más duras de la historia, afirmación que la organización repite año tras año y que se basa exclusivamente en las 13 etapas de alta y media montaña que se disputaran para esta edición de La Vuelta a España, de las cuales 11 de ellas lo harán en alto, tal y como se explicó en la presentación del evento. Para completar los 21 días de competición habrá 6 etapas llanas, la contrarreloj por equipos del primer día y una crono individual de 38 kilómetros.

recorrido vuelta a España

Imagen del recorrido de La Vuelta a España 2013

Lo que parece algo más destacable en esta vuelta, aparte de su salida, es la llegada de la montaña en el segundo día de competición, cuando lo habitual en las grandes vueltas es dejar pasar un par de días antes de incluir puertos en el final de las etapas. En un recorrido de casi 180 kilómetros con salida en Pontevedra y llegada al Alto do Monte da Groba, puerto de 11 kilómetros de longitud y una pendiente media del 5,6% para un final de carrera no excesivamente duro, pero suficientemente largo para abrir las primeras diferencias y para ver las fuerzas con las que llegan los favoritos. Para el tercer día una etapa de casi 185 km. calificada como llana pero que termina en el Mirador De Lobeira, un puerto de tercera categoría donde puede juntarse la lucha con la etapa con la de los favoritos por lograr alguna bonificación. En la siguiente jornada, última que discurrirá completamente por suelo gallego, los ciclistas tendrán por delante un recorrido de casi 190 km. de etapa rompepiernas, solo un puerto de tercera categoría, pero un perfil de autentico serrucho que puede favorecer la llegada de una escapa, aunque esta pueda no fructificar si las diferencias entre corredores son muy cortas al llevar pocos días de competición. La quinta etapa será la última que recorra las carreteras de Galicia, con salida en Sober y llegada a la provincia de Zamora, concretamente al Lago de Sanabria. Una etapa de 175 km en la que se podría producir la primera llegada al sprint masivo, aunque los equipos tendrán difícil controlar las escapadas por al pasar por un terreno realmente escarpado.

Nibali comienza la ronda española como el principal favorito. Valverde, Purito, Henao y las incógnitas Pinot y Betancur serán los otros nombres que lucharán por todo

En la jornada siguiente, tras un desplazamiento largo, dos etapas de transición la primera entre Guijuelo y Cáceres, la segunda entre Almendralejo y Mairena de Aljarafe donde cualquier final que no sea al sprint será una autentica sorpresa. Dejando para los tres días siguientes un tríptico que puede marcar las primeras diferencias importantes de la carrera. Tres etapas que discurrirán totalmente en Andalucía, con dos finales en alto, dejando para el segundo día una etapa que comienza a ser clásica por su final en Valdepeñas de Jaén. Aunque los días que deben tener marcados los favoritos a la carrera son la etapa con final en Alto de Peñas Blancas, que se celebrará en el sábado día 31, dejando el plato fuerte para el lunes con el final en el primer puerto de categoría especial del recorrido el Alto de Hazallanas, en una etapa en la que antes se subirá el siempre difícil puerto de Monachil, de infausto recuerdo para Alejando Valverde, ya que en su descenso perdió la primera plaza en La Vuelta a manos de Vinokourov.

Hazallanas

Perfil del Alto de Hazallanas

Con la carrera ya asentada llega el primer día de descanso previo a la única contrarreloj individual que encontramos en todo el recorrido, que cuenta con un puerto de tercera en el recorrido, lo que puede servir para que los escaladores pierdan menos tiempo. Para la jornada siguiente una nueva etapa llana con final en Tarragona. Al día siguiente una etapa que la organización cataloga como montañosa, pero que tiene el último puerto puntuable a 50 kilómetros de meta lo que parece hacerla ideal para que llegue una escapada. Dejando para los siguientes tres días tres etapas realmente duras por los Pirineos, todas ellas con finales en puertos de primera categoría, aunque la más dura a priori es la segunda de este trío con final en Peyragudes, la dificultad es alta tanto por su distancia, 225 km, como por los cuatro puertos de primera que se subirán en la jornada. Después llega una jornada de descanso y otra etapa tranquila para los favoritos, al menos a priori, entre Calahorra y Burgos, dejando otro tríptico realmente duro del que saldrá el vencedor de esta Vuelta a España.

Para el primer día el final en Peña Cabarga puede servir como piedra de toque para ver cómo llegan los favoritos a los favoritos a las últimas etapas de la carrera. Al día siguiente una etapa menos dura con final en el Alto del Naranco. Dejando para el penúltimo día de competición la etapa con final en un puerto de unas rampas que dan dolor de piernas solo con de pensar en ellas, ya que sus rampas máximas superan el 23% de pendiente, el puerto de L´Angliru. Será una jornada corta, menos de 150 km, en la que puede pasar de todo si los favoritos llegan apretados. Dejando para el último día la tradicional llegada a Madrid.

Sin duda una carrera con mucha montaña, con una buena participación, especialmente la nomina de corredores que buscarán la victoria final. De entre Nibali, Valverde, Purito, Pinot y los colombianos Henao, Urán y Betancur debe salir el nombre del vencedor de la vuelta, siempre que no suceda algo inesperado. A la carrera se suman buenos corredores como Cancelara, Tony Martin, Luis León, Mollema, Ten Dam. De Gendt, Majka, Scarponi o Daniel Martin.  Por el contrario la nómina de sprinters es realmente desoladora y depende de lo que pueda lograr Tyler Farrar si llega en un estado de forma bueno, pues a su nivel puede arrasar en todos las “volatas” de la carrera. Meersmann, Matthews, Markus o Bos son las principales incógnitas que pueden pelear con el americano. Por otro lado vendrán grandes clasicómanos como Gilbert, Cancellara o Gerrans, pero podemos esperar de ellos entre poco o nada ya que vienen a la Vuelta como una mera preparación para el Mundial. La primera semana será su momento. Como vemos, una participación muy desigual provocada por el exceso de finales en alto y la falta de recorrido llano, o de etapas con carretera llana pero estrecha donde buscar abanicos.

La Vuelta sigue siendo, por participación y recorrido, la menos “grande”

En conclusión una vuelta que se presupone parecida a la del año pasado, etapas solo con interés en los kilómetros finales, mucho peso para las bonificaciones en el resultado final de la carrera y una constatación más de que La Vuelta está muy lejos de Giro y Tour, los finales en alto están bien, pero una competición de tres semanas no puede girar exclusivamente en torno a etapas cortas con pocos puertos de montaña. Esto lo demuestra lo sucedido el año pasado, donde Contador gano la carrera atacando en el puerto de Fuente Dé, lejano a meta, mientras que no consiguió grandes diferencias en etapas con finales en alto de, a priori, mayor entidad, donde la mayoría de las diferencias las establecían las bonificaciones. Lo que dará etapas que pueden tener su interés en los últimos kilómetros de carrera, justo antes de la llegada pero que harán difícil ver ataques largos o estrategias de equipo que puedan poner en aprietos al líder de la competición. Haciendo que la vuelta vaya perdiendo la esencia de carrera larga y dura que todas las carreras de tres semanas deben tener, para favorecer etapas cortas y con interés focalizado en el final de las etapas, con un rumbo que puede llevar a vuelta a perder toda la esencia que un día tuvo, para ser cada vez la menos “grande” entre las tres “grandes”.

Fuente de todas las fotos:  www.lavuelta.com