Chema Castrillo: “Si el PSOE quiere resultar creíble tiene que haber una renovación”
Chema Castrillo, responsable de las Xuventudes Socialistas en A Coruña (XSG de A Coruña) es una voz crítica y autocrítica, algo que no abunda en la política hoy en día. Este estudiante de Arquitectura compartió con nosotros un rato y unos cafés que dieron para mucho. Las juventudes de un partido resultan algo extraño para muchos ciudadanos. Chema nos explica cuál es su papel en el partido y en la sociedad. Pero además tuvimos tiempo para comentar los temas claves de la actualidad política. Castrillo comenta y da su opinión demostrando que no tiene pelos en la lengua, y para muestra, las siguientes líneas.
Qué son las Juventudes
¿Qué te motivó a entrar en las Juventudes del PSOE y cómo puedes estar tan seguro desde tan joven de que te has afiliado al partido correcto?
Cuando estaba en el instituto me gustaba leer la sección de política en la prensa. Desde siempre he tenido muy claro que mi ideología estaba centrada en la izquierda y era consciente de la utilidad real que tiene la política para cambiar la vida de las personas. A los 18 años entré en las Juventudes del PSOE. Una de las cosas que me motivó a hacerlo fue el círculo de personas con las que me relacionaba, pero sobre todo lo que más me motivó a entrar en las Juventudes fueron las políticas de Zapatero. Eso, entre otras cuestiones, fue lo que me hizo estar seguro de que el PSOE era el partido político que más me gustaba y en el que más adelante quería militar.
Muchos jóvenes, hoy en día, no están interesados en la política, ¿qué mensaje les darías?
Lo primero, decir que les comprendemos. Independientemente de que formemos parte de las Juventudes, formamos parte de la sociedad y comprendemos que la gente joven de hoy en día tenga argumentos para no interesarse por la política. Y segundo, decirles que todo ese inconformismo y esa necesidad de cambio que los jóvenes tenemos, toda esa ira, debería ser canalizada. No solo a través de los partidos políticos, no hace falta militar, pero sí participando en algunas plataformas ciudadanas, hay muchas. Y nosotros desde las Juventudes también participamos en ellas. En el sistema en el que vivimos te tienes que asociar o te diluyes. Para poder cambiar el sistema hay que canalizar la fuerza. Y en el caso del 15-M, que fue un movimiento con unas buenas ideas y con mucha voluntad de cambiar el sistema, no funcionó por ser un movimiento tan disperso.
Mucha gente piensa que somos como
una especie de secta y no es para nada así
¿Qué te han aportado las Juventudes y qué crees que les has aportado tú ?
Muchas horas de trabajo y dedicación, que creo que es lo que debería hacer cada uno de los integrantes. ¿Y qué me han aportado? Pues gracias a la participación política he adquirido algunos conocimientos y algunas unas habilidades que me servirán en un futuro. Y también muchos momentos personales buenos… Mucha gente piensa que somos como una especia de secta y no es para nada así. Mis grandes amigos están en las Juventudes, somos gente normal.
¿Recibís formación en las Juventudes?
Sí, se suelen organizar periódicamente cursos de formación de diferentes temas. Algunos pueden ser más dedicados al tema político como es el caso de gestión de proyectos o comunicación política, pero también pueden tratar otras temáticas más concretas como medio ambiente, etc.
Si las nuevas generaciones intentan canalizar toda
la rabia social que hay, entonces sí que se podrá
conseguir una regeneración democrática
¿Qué puede hacer un miembro de las Juventudes dentro de la propia organización o en el PSOE? ¿Tiene un poder real y efectivo?
Aunque sea de manera ponderada, las Juventudes del PSOE tenemos voz y voto dentro del partido y podemos participar de sus decisiones. Tenemos poder de cambio, poco, pero lo hay. Lo que podemos hacer dentro es equilibrar las decisiones del partido hacia lo que nosotros consideramos lo correcto. Cuando vemos que el partido va a tomar una decisión por el lado que nosotros consideramos el equivocado, pues entonces nosotros canalizando fuerzas dentro de las Juventudes podemos intentar que las decisiones vayan hacia otro lado. Estamos también acostumbrados a realizar actividades en la calle y a trabajar con algunas entidades. De hecho trabajamos con muchas ONG’s por ejemplo organizando conciertos solidarios, campañadas de recogida de juguetes… A veces nos preguntamos, ¿qué podemos hacer?, y nos decimos, pues nada más allá de debatir e intentar equilibrar las decisiones dentro del partido; pero claro, luego dices tú, “eso queda un poco vacío” , pero cuando piensas en el cheque de 1.200€ que has conseguido recaudar para víctimas de violencia de género, ves que por lo menos haces algo de verdad por la gente.
Hay que acabar con la precarización
de los contratos y con el tema de los becarios
Hace poco salieron unas declaraciones muy sonadas de una mujer que formaba parte de las Juventudes Socialistas, Beatriz Talegón, ¿qué crees que ella quiso decir , compartís esa misma opinión en las Juventudes?
Sí, porque lo que ha dicho ella lo han dicho ya muchos representantes en los comités generales del partido. De hecho cuando salió su discurso en los medios, a los militantes no nos llamó la atención porque nosotros lo hemos dicho mil veces, pero lo que pasa es que las intervenciones que hacíamos no trascendían porque eran en ámbitos más pequeños.
¿Crees que con las nuevas generaciones habrá una regeneración en la política?
Ante todo es importante que las nuevas generaciones se impliquen, porque tal y como está la situación actual y por todas las reformas que está haciendo el Gobierno, lo importante es que la gente se movilice. A veces cuando las personas que estamos en política decimos estos comentarios, quien no está metido en esto nos dice, “bueno, ya estáis con vuestras conspiraciones judeomasónicas”. Todas las políticas que se están llevando a cabo desde el Gobierno van a conseguir que la gente se desmovilice. Entonces, las nuevas generaciones políticas tienen que conseguir movilizar a la gente. Y yo creo que si se intenta canalizar toda esa rabia social que hay, entonces sí que se podrá conseguir una regeneración democrática porque el sistema no se sostiene. Lo estamos viendo y es que o cambias o te cambian. Entonces, o por devoción o por obligación va a haber un cambio.
¿Qué políticas de empleo proponéis desde las Juventudes?
Lo primero de todo hay que acabar con la precarización de los contratos y con el tema de los becarios, es decir, no puede ser que te cojan de becario y no estés asegurado. La primera medida que hay que tomar para el tema del empleo juvenil es darle una seguridad y estabilidad laboral e incentivar a las empresas para que contraten a la gente joven y que hagan cursos de formación… De hecho, a día de hoy, se ha visto que las empresas que han seguidos estas políticas son las que siguen creciendo.
El eterno disenso sobre la educación
Parece que los partidos no son capaces de llegar a un consenso en el tema de la educación. ¿Por qué crees que esto es así y qué política educativa propones?
Yo creo que la incapacidad de llegar a un consenso es porque la inercia política en este país , en todos los partidos, es “si tú dices algo, yo voy a decir b”. Yo creo que es un poco injusto decir que unos tienen más culpa que otros. Pero, sabiendo que el PSOE no es el partido perfecto, las reformas educativas que propuso el ministro Gabilondo, en mi opinión, fueron las mejores medidas educativas que se establecieron en la democracia. En ese momento, cuando Gabilondo estableció las medidas, el PP no quiso pactar nada por un tema que yo veo absurdo, ya que decían que se intentaba adoctrinar a la juventud con asignaturas como Educación para la Ciudadanía.
Hay que perder la idea de que haya
un aula con 22 personas mirando al encerado
Y respecto a la política educativa, decir que primero tenemos que fijarnos en nuestro entorno para todos los niveles de enseñanza. Yo no soy muy partidario de los informes, porque antes de nada, hay que ver los ítems que valora, cómo se hacen y quiénes los encargan. Pero en todo caso yo creo que sí que hay una generalización de que en los países nórdicos hay un buen nivel de enseñanza y que también puede venir derivado de que son países que han tenido políticas educativas más estables en el tiempo. Entonces, por ejemplo, si nos fijamos en Finlandia, no tienen más horas de escolarización que España. Creo que lo principal es fijarnos en el entorno y adaptarnos a nuevas técnicas de enseñanza; por ejemplo, las nuevas generaciones de docentes están más acostumbradas a elaborar sus materiales didácticos para impartir las clases. Hay que perder la idea de que haya un aula con 22 personas mirando al encerado, porque al final eso es muy poco didáctico. Hay que hacer inmersión lingüística desde que los alumnos son más pequeños, porque cuanto antes se aprendan los idiomas, mayor nivel del dominio del idioma tendrán. Y por último, hay que concienciarse de que alguien no puede dejar de acceder a la educación por motivos económicos, tiene que ser generalizada en todos los niveles y tiene que haber un buen sistema de becas.
La derecha entiende que educar
en el respeto es adoctrinar
Has dicho que ves absurdo que se diga que la asignatura de Educación para la Ciudadanía adoctrinaba a la juventud. ¿Qué opinión te merece la implantación de esta asignatura en las aulas?
Es una asignatura que creo que es importante que exista. Este país tuvo una transición rápida. Las generaciones que ya no pertenecemos a ese momento deben ser formadas en ciertos valores. Hay que transmitir valores de respeto, valores de igualdad, el respeto a la diversidad, el conocimiento de las administraciones públicas… Yo veo muy importante que se hagan visitas a organismos públicos para que vean cómo funcionan y acercarse a la política.
Se demostró que no había tal adoctrinamiento porque incluso en los medios de comunicación más asociados a la derecha reconocían en debates que no había un adoctrinamiento político una vez que habían revisado los manuales. Además esos mismos manuales eran de editoriales vinculadas a la Iglesia Católica. Si ellos consideran que adoctrinar es educar en valores y respeto, pues será adoctrinar. Yo creo que hay que enseñar el respeto por la diversidad, por la diferencia, hay que enseñarles el funcionamiento de la democracia, para que estén más formados en la sociedad en la que viven y estén más involucrados en el proceso.
La educación no es un horario de nueve a dos
Se decía que esta asignatura tenía ideas propias de la izquierda…
Sí, pero eso es un problema que tiene la derecha, es decir, ellos entienden que educar en el respeto es adoctrinar. Es triste pero es cierto. Si ellos definen eso como adoctrinamiento, entonces lo acepto, sería adoctrinamiento. Realmente esa asignatura era educación para el respeto. Le podemos cambiar el nombre si ese es el problema. El verdadero problema es que ellos siempre han jugado con la crispación social que causan ciertos temas. Un buen ejemplo es el matrimonio igualitario. Libraron una batalla perdida con ese tema. Si desde pequeños acostumbramos a los niños a que en los libros no tenga que aparecer por definición una pareja como una mujer y un hombre, sino que puedan aparecer dos mujeres o dos hombres, por ejemplo, uno negro y uno chino cogidos de la mano, cuando lleguen a cierta edad no van a ser sensibles a esa crispación de (entonación irónica) “se acaba la familia”, “aborto, vamos a matar niños”. Por eso ellos decían ver un peligro de adoctrinamiento, pero no lo era, era educación en libertad y en valores.
Tanto antes de la universidad como en ella parece existir entre los estudiantes esa sensación de que falta el debate, de que se necesita la oportunidad de hablar y desarrollar capacidades. ¿No sería necesario un método distinto?
Yo creo que el sistema educativo necesita un cambio muy profundo. La educación no es un horario de nueve a dos. Hay países que han entendido que esto no es así, por ejemplo Finlandia. Tú ves una clase de niños pequeños y dirías que no hacen nada, que si coloreando, que si tocando un xilófono, porque están jugando, pero eso es muy importante. Están haciendo también un desarrollo motor.
¿Tú crees que un sistema como el de Finlandia se podría adaptar aquí? ¿Qué acogida podría tener?
Yo creo que adaptarse, sí. Además nosotros en Juventudes tenemos muchos chicos y chicas que han estudiado magisterio, psicopedagogía y demás y todos están concienciadísimos de que ése es el sistema. La mayoría de los que ya trabajan como profesores lo intentan llevar a cabo en la medida de sus posibilidades. Yo creo que la acogida sería malísima, pero como de cualquier cambio que podría haber en España.
Además de que eso llevaría aparejado una fuerte inversión, por ejemplo, en la formación de docentes.
Claro que sí, el problema de estas políticas es que necesitan mucha inversión. Son unos fondos que solamente se van a recuperar a largo plazo, porque todo lo que inviertas en educación se va a ver. Es igual que hacer un cambio del sistema sanitario, a largo plazo sería muy rentable, pero requiere de una fuerte inversión inicial. El problema es que eso no hay gobierno que esté dispuesto a hacerlo, porque es un dinero que no se ve. Si construyes un aeropuerto, se ve y los vecinos te votan. Pero invertir en una reforma educativa es más difícil porque hay un amplio espectro de la sociedad que no se va a mostrar receptiva a esos cambios, que no es consciente de que ese dinero va a dar mucho más.
La casta política
¿Tienes pensado dedicarte a la política en un futuro?
Me gustaría seguir militando en un futuro, aunque no me dedicaría a la política profesionalmente. No me gusta la idea que se tiene de los políticos profesionales. Me parece bien que durante un momento de su vida puedan tener un cargo, pero siempre y cuando tengan luego otra profesión a la que poder dedicarse después y no perder contacto con la realidad. Es un tema muy debatido, pero yo creo que independientemente de que un cargo político haya realizado bien sus funciones, en algún momento, tiene que abandonar su lugar para dejar paso a otros.
¿No crees que el problema de la casta política es precisamente esa mentalidad cortoplacista?
Sí, y yo creo que principalmente hay dos problemas; la poca cultura democrática de este país y el cortoplacismo. En este país ha habido políticas que miraban más allá y que no buscaban un beneficio inmediato, pero por regla general sí que se piensa a corto plazo. Muchos políticos piensan que si no van a conseguir algo que les proporcione rédito inmediato van a valorar que no están haciendo nada y que en cuatro años los van a echar.
Yo creo que principalmente hay dos problemas;
la poca cultura democrática de este país
y el cortoplacismo
La corrupción es un problema que está de actualidad y es trascendente para la ciudadanía, ¿cómo crees que podría resolverse?
Yo creo que la corrupción se tiene que superar desde los partidos. Desde mi punto de vista es la única manera, que los partidos se mentalicen de que tiene que haber tolerancia cero con la corrupción. Nosotros intentaremos que en el partido se recojan este tipo de propuestas. Yo creo que debería existir un reglamento muy estricto sobre cómo actuar en estos casos: marcar la diferencia entre un imputado y un acusado, etc; porque sí que hay que tener en cuenta la presunción de inocencia, ya que a un político es muy fácil imputarlo. Serían necesarios unos baremos claros para saber a partir de qué punto se va a obligar a dimitir y desde ese momento pasarlo a manos de la Justicia. No hay que ocultar los casos para salvaguardar la imagen del partido, sino que es al contrario, si se expulsara de los partidos a los corruptos la gente confiaría más. La única solución es que desde dentro de los partidos se tome esto en serio.
En cuanto al caso Bárcenas, hay quien dice que todavía queda mucho por salir y a pesar de eso cada vez tiene menos protagonismo en los medios. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Yo sí que creo que en el caso Bárcenas queda todavía mucho por destapar. Además, Bárcenas es una persona que le puede hacer mucho daño al PP. Él fue muy inteligente porque sabía lo que estaba haciendo pero también sabía que si caía él iba a hacer caer a todo el mundo. Desde el momento en el que aparecen recibos de ex cargos importantes del partido, desde el momento en que se involucran ministros… En un país serio el gobierno hubiera dimitido y hubiera convocado elecciones. Por supuesto que creo que queda mucho por salir en este caso. Además, esto está sirviendo para que se hable de problemas internos en el partido, que eso no les beneficia, pero también se está dejando de hablar de todas las medidas que está tomando el Gobierno. Todo lo negativo tiene su parte positiva.
PSOE en Galicia y en España
En un contexto de la política gallega, ¿qué opinión te merecen las tan comentadas fotografías de Feijóo con Marcial Dorado por las que se le llegó a pedir la dimisión?
Yo con el tema de las dimisiones soy muy cauto, porque no creo que se puedan pedir gratuitamente. Pero en este caso sí que creo que él debería dimitir solo porque en una hemeroteca encontramos recortes de prensa sobre las fotos de Anxo Quintana con un empresario, que es cierto que tenía vinculaciones con el concurso eólico, pero esa foto era años antes del concurso eólico, y en ese momento Feijóo pidió su dimisión. Habría que ponerle al lado la foto de Quintana con la suya con el contrabandista y pedirle que sacara sus propias conclusiones. Yo entiendo que en este caso debería dimitir. Es un caso muy grave teniendo en cuenta los estragos que causó el narcotráfico en Galicia.
Pero él alega que no conocía las actividades ilícitas de Dorado.
Pues debía de ser el único que no lo sabía.
Galicia necesita una oposición,
una alternativa seria de izquierdas
A nivel gallego, ya antes de las elecciones se vino postergando el tema del liderazgo. Luego se ha producido un golpe importante, porque el único partido de Europa que se ha visto reforzado en la crisis ha sido el PP gallego, ¿qué perspectiva tienes tú?
Yo creo que fue un golpe duro para la izquierda, porque el PSdG era el único partido que podía aspirar a presidir la Xunta. Lo que pasa es que la sociedad percibe que no nos hemos movido lo suficiente. Después de perder no hubo un cambio importante, sino que el inicio de la legislatura en la oposición lo gestionaron las mismas personas que habían perdido. Aparte está el proceso preelectoral, del que el partido tampoco salió muy bien parado por el tema de las listas. Yo creo que la solución es la misma a nivel España y a nivel Galicia. La gente no considera que se haya hecho una oposición demasiado buena como en la primera legislatura y que tampoco se está haciendo ahora. Hace falta que la gente vea a una persona con credibilidad, con ganas da apostar y de modificar todo lo que se hizo mal en la anterior etapa. Galicia necesita una oposición, una alternativa seria de izquierdas.
Ésa es un responsabilidad muy grande que no sabemos si el PSOE está asumiendo…
Podemos criticar el sistema bipartidista, pero la realidad es que hay un partido importante en la oposición que tiene unas responsabilidades que ha de cumplir, que para eso es la otra gran opción de Gobierno. Yo creo que si queremos ser creíbles tiene que haber una renovación. Hay que buscar una persona que llegue a la ciudadanía y que sepa trasladar todo el pulso social que está habiendo al interior del partido.
Otro tema de corrupción. ¿Cuál es tu opinión sobre la reciente imputación de la infanta? Desde el PSOE Rubalcaba solo ha dicho que la ley es igual para todos, pero parece que se ha mojado menos que miembros de otros partidos que afirmaron tajantemente que tendría que salir mal parada de esta situación.
Pienso que el auto del juez estaba muy bien argumentado cuando dice que ella era consciente de que se estaba utilizando su imagen para usos indebidos. Hace diez años no hubiera pasado, no se habría imputado a la infanta ni a su marido. A mí me parece un paso importante pero también hay que ver cómo avanza el tema. Es muy idílico decir que la Justicia es igual para todos…
En cuanto a tu valoración de la oposición del PSOE , a los miembros que la conforman y a la línea que siguen, ¿consideras que el PSOE es un partido que necesita una reorganización interna?
Yo creo que históricamente el PSOE siempre ha hecho una oposición bastante responsable. Cuando ha habido una situación de crisis no iba a crispar como hacía el PP. Independientemente de eso, creo que nuestra oposición tendría que ser más dura porque estamos viviendo también unos momentos muy duros. Hace muy poco que los que están en la oposición estaban gobernando. Entonces, digan lo que digan, a todo se les puede contestar: “¿y por qué no lo hizo antes?”. Ese es nuestro problema, que una oposición más dura, aunque es necesaria, no sería creíble. Yo creo que ese es el motivo de que la Dirección General esté teniendo una actitud más tibia en algunos temas. Independientemente de la opinión que se pueda tener de Rubalcaba, es una persona buena en el discurso parlamentario. En cuanto a la situación del partido, yo creo que es delicada en el sentido de que hay mucho descontento.
Tras la retirada de Zapatero se propusieron dos ex ministros del presidente para sucederlo, ¿crees que el PSOE tiene un problema de liderazgo y no renovación?
Yo creo que un problema de liderazgo tal y como lo entiende la sociedad no hay. Mucha gente piensa que si hay un problema y tú no das un golpe sobre la mesa para atajarlo como hacía Felipe o como hacía Alfonso Guerra, ya existe una falta de liderazgo. Un líder bueno, es un líder capaz de llegar a la gente y consensuar. Para mí, por ejemplo Zapatero fue un buen líder en ese sentido. El problema es que tras salir del Gobierno y de unas elecciones tan mal como salimos, no da una buena imagen que los restos de la legislatura anterior, por muy buenos que sean, piloten la nueva era del PSOE. En la otra gran crisis del partido, cuando Felipe dejó el Gobierno, el nuevo impulso del PSOE llegó de la mano de una persona prácticamente desconocida: una persona más joven, con ideas más transgresoras dentro de la izquierda, como un nuevo peldaño hacia las medidas de política social que tenía la izquierda. Eso la gente ahora no lo ve; independientemente de que sean buenos políticos, los ciudadanos los ven como los restos del desastre. Y el desastre es muy reciente, a pesar de que hubo cosas muy positivas, la gente no ve esa etapa como positiva. Quizá en quince años miren hacia atrás y reconozcan muchos logros. Por ello, para mí es un tema importante el de la renovación, porque no la ha habido.
¿Tú crees que el PSOE debería valerse más de la imagen de sus jóvenes integrantes para llegar a la ciudadanía?
Sí, porque como dije, no se trata de que los que están sean buenos o malos, se trata de que no resultan creíbles. Eso le puede salir bien al PP que tiene una base electoral muy estable, varían muy poco sus votantes. Pero los votantes de la izquierda son muy críticos y tienen muchas más opciones a las que votar. Si no utilizan esa sabia nueva, independientemente de que nadie sobra, de que pueden quedarse ahí en otro tipo de cargo en el que aporten su experiencia, pero si la gente no ve esa renovación efectiva, no le va a ser creíble.
Durante de la legislatura de Zapatero,
eché de menos que fuese más duro
en temas como acuerdos con la Iglesia
¿Crees que el funcionamiento interno de tu partido es suficientemente democrático?
Creo que democrático sí, pero no me parece el sistema ideal, porque al secretario general se le elige con los votos de los delegados. No me parece el ideal porque el voto no debería ser delegado, debería ser por parte de cada uno. También el tema de los avales que necesita una persona para poder presentarse, se deberían eliminar o bajar a la mínima expresión. Así, cualquier persona poco conocida, sin capacidad para mover esos avales se pueda presentar. Otro tema es la elaboración de las listas para nuestros representantes en los congresos. Debería haber estipulada una manera estricta de cómo se hacen para que realmente sea la voluntad de todos la que decida quién va a las asambleas y no pueda haber movimientos internos más allá de ajustes de claridad y cosas así. Y bueno, el principal cambio que necesitamos es que se apruebe el sistema de primarias. En conclusión: democrático sí, pero hay mecanismos que hay que mejorar mucho.
Un político que admires de tu partido y uno de otro partido.
Aunque la respuesta no le guste a mucha gente, de mi partido admiro a Zapatero, a pesar de que tuvo un final de gobierno nefasto. Hizo dos cosas que un socialista no puede hacer: el cambio de la Constitución como se hizo y la reforma laboral. Además eché de menos que fuera más duro en temas como acuerdos con la Iglesia, por ejemplo. Aparte de eso, yo creo que el cambio social en materia de igualdad que hizo en el país es incuestionable. De otro partido admiro a Mónica Oltra, que es diputada por Compromís Valencià. Tiene muy buena acogida entre nosotros porque es muy próxima en ideología que en otro momento vital podría haber confluido con nosotros. La admiro porque representa muy bien a la gente que la ha votado y está en contacto con ellos. Creo que es una política muy a tener en cuenta porque no utiliza la demagogia, como hacen otros, para acercarse a la gente.
Entrevista realizada por David Fontán Bestilleiro, Marta Rodríguez Suárez e Irene Picallo Doce