Cristóbal, el culé
Millones de turistas vienen a visitarnos cada año. Spain is different, ¿no? Sí, lo es. El pescadito frito, el pulpo, la paella, las sevillanas, los toros, el Parque del Retiro, las Ramblas, la Catedral de Santiago… por todo ello somos conocidos ahí fuera. No hay queja. Yo misma vendría a España.
Imaginemos ahora que nos vamos de viaje a Italia. Italia es bonito también. Hay mucho que ver. Aterrizamos en Roma, y después de tanto caminar bajo el sol abrasador de la capital, llegamos casi derretidos a la Fontana di Trevi. Qué ilusión. Espera… no. ¿Qué ha pasado aquí? Una camiseta del Juventus cubre a Neptuno, y toda la zona superior está cubierta por una lona del equipo italiano. Impensable, ¿verdad? Claro, en Italia estas cosas no pasan (o eso parece). Pero en España sí. Spain, is diferent.
© Andrea Espiñeira
Nike ha pagado 100.000 euros a cambio de hacer trizas la imagen de uno de los monumentos más característicos de Barcelona. Aunque sea por poco tiempo. Lo ha hecho. Además de vestir a Colón con la camiseta del equipo blaugrana, se ha permitido cubrir las esculturas que adornaban el pie de la columna. Ahora, en vez de a los Reyes Católicos, tenemos a Iniesta y a Pujol.
© Andrea Espiñeira
Es bien cierto que España también es famosa por el futbol. Pero una cosa no quita la otra. Molestaría igual que Colón, en vez de la camiseta del Barça, llevase una que anunciase pan con tomate (tan típico de Barcelona como el Barça). No es cuestión de que sea un equipo u otro. Es cuestión de que tapa. Tapa un monumento. Un monumento que le levantaron a Cristóbal Colón. Y no precisamente para que ejerciera de valla publicitaria. El señor alcalde de la Ciudad Condal ahora dice que si se hubiera imaginado las críticas, no habría aceptado. Ahora ya la han quitado, pero eso es lo de menos. Estuvo unos días, suficientes como para demostrarle al mundo el respeto que tenemos por nuestro patrimonio.
Como esto se ponga de moda, podemos prepararnos para ver vestido a Santiago con la camiseta del Celta, y al David de Miguel Ángel, por qué no, con los calzoncillos del Inter.
