La investigación más oscura
11 de septiembre 2001. La pantalla se sume en la más absoluta de las oscuridades. Como sonido: gritos de auxilio, llantos, despedidas y silencio. Así es como comienza La noche más oscura (Zero Dark Thirty para los amantes de las versiones originales) y con ella 160 minutos de cinta de digestión lenta pero deliciosa.
Cinco son las estatuillas a las que opta el film: mejor película, mejor actriz principal (Jessica Chastain), mejor montaje (Dylan Tichenor, William Goldenberg), mejores efectos sonoros (Paul Ottosson) y mejor guión original (Mark Boal). Con ello Kathryn Bigelow, directora del film, buscará acercarse a los galardones obtenidos por “En tierra hostil” (The Hurt Locker) —6 Oscars en 2008— película que dio el título a Bigelow de la primera mujer en ganar un Oscar en la categoría de mejor dirección.
La sublime Jessica Chastain y Joel Edgerton se ponen en manos de la directora estadounidense para dar vida a Maya y a Patrick, dos agentes de la CIA que tras lo ocurrido el 11 de septiembre se encuentran en una investigación de busca y captura de Osama Bin Laden.
Si ya es difícil hacer una película de la que conoces el final, mucho más difícil es evitar que la bandera estadounidense aparezca más que la propia actriz principal y que se dé la imagen de que en la CIA son más majos que las pesetas. Sin embargo, Zero Dark Thirty se aleja bastante de todo eso y muestra también las prácticas más perversas de la policía secreta, al igual que evita algunos de los estereotipos más comunes al tratar este tipo de temas.A pesar de las críticas recibidas en este aspecto, la objetividad que presenta a priori conjuntada con una fotografía muy elaborada y unos efectos sonoros extraordinariamente realistas da más ambiente de documental que de lo que muchos quieren denominar “película de ficción”.
El montaje es buen merecedor de una estatuilla y es de alabar el trabajo de Dylan Tichenor (también en Brokeback Mountain o Pozos de Ambición, por la que fue nominado al Oscar en 2008) y de William Goldenberg. Este último tiene el galardón de la Academia casi en la mano, ya que no sólo opta al premio en la categoría de mejor montaje por Zero Dark Thirty sino que Argo también cuenta con él en sus filas y en su lista de nominados.
Lo mejor de la película: Jessica Chastain. La pelirroja de oro de Hollywood no deja de sorprender y se está volviendo la mujer de moda con tan solo dos años de papeles principales a sus espaldas. La actriz que da vida a Maya desarrolla a la perfección la complejidad del personaje, que va mucho más allá de la rigidez de un agente de la CIA y que para nada es plano. Este trabajo ya ha sido reconocido mediante diferentes premios como los Globos de Oro entregados el pasado enero (mejor actriz dramática), los de la crítica y los del Consejo Nacional de la Crítica de Cine (NBR).
Lo peor de la película: la duración parece algo excesiva y puede que por partes se vuelva un poco aburrida. El exceso de nombres y datos puede confundir al espectador aunque tratándose de una película de carácter documental aportan la precisión necesaria para los más críticos con la fidelidad del film.