Si fuese un hombre rico
Push and Shove – No Doubt
[Interescope / Diciembre 2012]Lo admito, la tengo algo cruzada. Nunca he conseguido tragar a Gwen Stefani, y mucho menos su carrera en solitario. Cosas como “What you waiting for?” o esa negada versión del “Violinista en el Tejado” que es “Rich girl” me repatearon el hígado desde que las escuché por primera vez en la MTV (en aquellos tiempos en los que, aunque no os lo creáis, programaban música a diario, en lugar de realitys sobre embarazos adolescentes y niños con sobrepeso que desean ligar con universitarias) e hicieron crecer muchos de mis prejuicios hacia ella. Desde una perspectiva muy personal, diré primeramente que tiene mucho, mucho mérito conservarse así a los 43 años (ya quisiera Adele tener esa figura) sin dormir cada noche en un tarro de formol ni inyectarse bótox por cada minúsculo poro de la epidermis, pero, musicalmente hablando, las cosas que hace en solitario podrían interpretarlas con mucho mejor resultado gente como Lady Gaga, Christina Aguilera, Madonna o casi cualquier otra artista del estilo mínimamente reconocida. He de admitir, no obstante, que sus discos junto a Tom Dumont, Tony Kanal y compañía se me hacían mucho más llevaderos, por lo menos hasta 2004, cuando se separaron temporalmente para volver (con mucho menos punch) cerca de un lustro después, tras una temporada en la que la Stefani se divirtió hinchando sus arcas secretas en Suiza por su cuenta y riesgo.
Entrando en materia, todos nos acordamos de aquel maravilloso e intachable hit titulado “Dont Speak”, que desde 1995 hasta hace muy poco dio la vuelta en todas las emisoras radiofónicas del mundo una y otra vez, junto al más que notable álbum Tragic Kingdom. Y si no nos acordamos es más que probable que llevemos viviendo en Marte un buen puñado de primaveras sin darnos cuenta. Hace tan solo unos meses, tras un par de años en los escenarios, reconciliándose con los fans con unos directos bastante decentes, la banda anunció un nuevo disco, y pensé, dados los precedentes discográficos del grupo, que tal vez mis prejuicios se irían a tomar viento fresco y tendría que admitir que la vuelta del conjunto no era una mentira para ganar unos cuantos miles de dólares más, sino que podría haber algo de chicha.
Por desgracia, nada más lejos de la realidad. Es cierto que a los fans más acérrimos el disco no les va a decepcionar, pues si tomamos como ejemplo “Settle Down” o “Looking Hot”, los dos primeros cortes del trabajo, nos encontramos, estilísticamente, con lo ya típico en el grupo, garantía de triunfo hasta el momento, es decir, temas synth pop con influencias reggae y pequeños toques muy cercanos al ska, directos y melodiosos. Pero el problema principal es que más allá de estas dos canciones mencionadas no hay nada más. Es un álbum que, por desgracia, no aporta originalidad, no demuestra la garra y canallada de antaño ni de lejos y, desde luego, no se esfuerza en desmentir aquel lamentable y manido tópico de “todo tiempo pasado fue mejor”, que aquí parece demasiado aplicable.
Encontramos, por otro lado, sustituida la caña directa y grupal de hace una década por un monopolio de mano de hierro ejercido por su diva vocal (algo muy similar a lo ocurrido en el último disco de Incubus) que se dedica a acaparar prácticamente todo el peso creativo y de interpretación. Y ya sabemos que esas cosas casi nunca acaban bien, como hemos visto una y otra vez a lo largo de la historia de la música popular. El tema homónimo al álbum se pierde en referencias jamaicanas sin sentido y “One More Summer” semeja un pobre intento de plagiar a Katy Perry. Temas tan planos y predecibles como “Undome” deberían estar prohibidos por decreto en cualquier álbum que se precie de llegar al mercado y aunque alguno de los cortes tenga momentos salvables, como esas armonías tan ochenteras de “Heaven”, no se llega en ningún momento a emular la magia que destilaban en los 90, cuando No Doubt no eran únicamente una mujer bonita y de discutible talento rodeada de serviciales zombis con instrumentos, si no un grupo de tomo y lomo capaz de hacer canciones que echarían abajo esta crítica y cualquier otra.
[Puntuación: 37/100]