Rodando a través del tiempo

At the Edge of Time (Blind Guardian)

[Nuclear Blast / Julio de 2010]

Blind Guardian - At The Edge Of Time

Como ya dije en alguna ocasión, hay grupos a los que se les debe exigir algo más de lo que es habitual en la media para el resto de bandas, sea por la calidad que han mostrado en sus anteriores trabajos o, simplemente, por su estatus de mito vivo. Blind Guardian entran perfectamente en esa clasificación. Aupados al olimpo del heavy metal en 1998 con “Nightfall in Middle-Earth”, un magistral álbum conceptual (os recomiendo el single “Mirror Mirror”) sobre “The Silmarillion”, genial obra escrita de J. R. R. Tolkien; que confirmó lo que ya venían avisando con anteriores trabajos como “Somewhere far beyond”. Tras el cambio de milenio, la creatividad del grupo de Krefeld, comenzó a descender progresivamente y, tras dos discos tan correctos como limitados, nos presentaron en 2010 su, hasta la presente fecha, último trabajo original.

At the Edge of Time” nos muestra una combinación entre la pegada de la que hacían gala a comienzos de los 90 y la evolución que han sufrido desde entonces. Y lo consiguen de forma muy satisfactoria por momentos. La voz de Hansi Kürsch envejece con dignidad, afortunadamente. No pretende ser Bon Jovi, ni Rob Halford. Sabe que a los 46 años las cuerdas vocales no están para los mismos trotes que cuando estudias en la universidad y ha aprendido a comedirse en los agudos, forzando únicamente cuando es necesario para la canción y manteniéndose en un registro un ligeramente más cómodo el resto del tiempo. En directo le ha funcionado muy habitualmente en los últimos tiempos y parece que ahora lo aplica también a las grabaciones. Por su parte, André Olbrich, guitarra solista, se mantiene como uno de los mejores maestros de las 6 cuerdas y compositores del metal alemán, rápido a la vez que melódico.

“Sacred Worlds”, el tema que abre el trabajo, es inapelable. Peter Jackson podría tranquilamente utilizarlo para sus películas basadas en el universo del Anillo Único, ya que escucharlo mientras afilas tu hacha para hendir cabezas de orcos en la próxima batalla tiene que ser una experiencia memorable. De corte progresivo a la vez que directo, con un teclado muy acertado y con alternancias de velocidad que le dan dinamismo y frescura. ¿Habrán regresado a los viejos tiempos, nos preguntamos mientras escuchamos, y nos azotarán los alemanes con otra obra maestra?

Lamentablemente, la idea de magnificencia se queda aquí. Las dos siguientes, “Tanelorm” y “Road of no release” bajan demasiado el nivel presupuesto tras el primer tema. Y prácticamente el resto del album sigue por ese camino. Son canciones bien producidas, eso si, técnicamente sin fallo y que contienen casi todos los clichés que les han hecho grandes en su carrera. ¿Y entonces cual es el problema? El problema radica en que parecen hechas con el piloto automático, parecen destinadas a simplemente hacer caja con la leyenda usando la ley del mínimo esfuerzo para conquistar a las masas de adolescentes recién iniciados en el mundo del metal. Es cierto que hay algunas excepciones entre la banalidad. “Curse my name” es una balada con remanentes folk que recuerda un poco a su antiguo éxito “A past and future secret” y la rápida “A voice in the dark” es un petardazo de velocidad y potencia con una batería supersónica, unas guitarras que parecen bolas de demolición destrozando todo a su paso y un Hansi que explota su diafragma hasta cotas que ya no creíamos posibles en él. “War of the Thrones”, en un brillante guiño a las novelas de George R. R. Martin “Canción de fuego y hielo”,  vuelve a tener un regusto folk y medieval que hará las delicias de los amantes del género, y quizás sea lo mejor del álbum junto con el tema de apertura, los cuales ya merecen por si solos el aprobado.

En definitiva, es un disco atrevido, lleno de armonías, orquestaciones y coros épicos que llevarán a cabalgar en dragón junto a las valkirias a los más heavys de la clase y que probablemente conquisten a sus fans más recientes. Sería tranquilamente la obra cumbre de un grupo menor, pero ni por asomo se acerca a lo que fueron. Ni parece que ellos mismos lo pretendan. Veremos cómo se encaminan hacia el futuro, por ahora aprueban, pero con un “necesita mejorar” para la próxima evaluación.

Puntuación: [69/100]