Ramón Lobo: “Molestaré a quien me de la gana aunque tenga que vivir con poco dinero”

A Ramón Lobo le despiden de El País con un ERE y después de haber sentido en sus zapatos el polvo de Kosovo, Sarajevo y Afganistán. Se marcha involuntariamente de El País con todo un arsenal de reportajes, crónicas, éxitos y fracasos. Me encuentro con él en una A Coruña que se debate entre las nubes, el sol y una playa en calma. Reportero anclado en todas partes y de ninguna me recibe cálidamente en un hotel, pero las ganas de paseo nos pueden y nos mueven hasta una cervecería. Me doy de bruces con un Ramón Lobo pausado, pendiente de su móvil y con una mirada penetrante, una mirada melancólica reflejo de su alma viajera. Conserva en ésta todo ese número innumerable de anécdotas que van desde la mujer a la que besó en la mano y por coincidencias del destino esa misma noche murió al caer una granada en su hotel hasta el encuentro con un Fidel Castro desafiante. Encontró su estilo en la primera crónica que hizo sobre la matanza de Ahmić en donde descubrió los olores y los sabores de la guerra, y que dentro de ésta, la gente sigue haciendo su vida normal. Y de repente llega la muerte.

¿Cuándo te vino la vocación de periodista?

Tenía siete, ocho años. Me inventé que mis padres habían muerto en un accidente de avión y que yo había estado en una especie de hospicio. ¡Ni sabía lo que siginificaba esa palabra! Se lo conté a la chica que limpiaba en mi casa, y la muchacha lloraba y lloraba y yo me iba creciendo con la historia. Esa fue mi primera inclusión en la literatura. Mis padres se enteraron a través de la chica y mi padre (ex-militar) lo solucionó por la vía rápida con dos hostias. La moraleja es que esto de inventarse historias tiene sus consecuencias.

¿Crees que el periodismo tiene una parte de invención?
El periodismo no es invención. Siempre me han interesado mucho las historias, la gente que las contaba y el periodismo era el sitio para contarlas. De pequeño no leía mucho ya que en mi casa sólo había libros fachas, pero aprendí que los periodistas y los escritores nos diferenciamos en que ellos no tienen que salir a la calle para escribir una historia mientras que nosotros sí. Siempre dije que la realidad es mucho más rica que la fantasía, sólo requiere paciencia y tiempo.

En 1975 Margaret Thatcher es elegida presidenta del Partido Conservador, Pink Floyd saca su trabajo “Wish you were here” y Ramón Lobo empieza en Pyresa.
Estuve en Pyresa dos años y casi por error. Un amigo me dijo que le llevase mi trabajo a su padre, director de Pyresa. Me recibió, leyó el texto y me dijo que estaba mal y lo tiró. Me fui cavilando en ello hacia el despacho de fotógrafos y volví a hacer la entrevista casi de memoria. Y se la volví a llevar. Nos sentamos y me dijo que o la corregíamos o la publicaba así. Si se publicaba tal cual al día siguiente y no le gustaba, que no volviese. La corregimos antes de la publicación. Siempre he dicho que este tío fue uno de mis mejores profesores, tanto que hace poco me escribió por Facebook diciéndome que porqué escribía eso de él si no había hecho nada. Yo le dije que él me había enseñado a saber porqué quería ser periodista.

Hablábamos antes de Margaret Thatcher. Hace una temporada leí en tu blog, en donde hablabas sobre tus comienzos en la BBC, que Margaret Thatcher había sentenciado esa etapa.
Llegué a Inglaterra en el 1980 y empecé a trabajar en la BBC haciendo cuatro cosas y editando mucho. No pasaron ni dos meses para que Margaret Thatcher cerrase nuestra sede de España. En ese momento se acabó mi sueño en la BBC.

Justo después de los recortes de la líder conservadora, sin contrato, entras en Radio 80.
Yo fui feliz. En ningún momento me pregunté, con veinte años que tenía, cuándo carajo me iba a independizar ni nada de eso. En mi vida profesional siempre he sabido pensar sólo en el día a día. Si me quieren dar doscientas pesetas, de puta madre, si me quieren dar más, mejor. En Radio 80 me pagaban 35.000 pesetas cuando empecé haciendo el informativo de noche, que a mí nunca me ha gustado mucho madrugar. Yo lo coordinaba y el jefe, que era amigo mío, media hora o tres cuartos antes de la hora, cogía el informativo y cambiaba dos o tres cosas de orden. Él entraba en micro y yo me iba a control.

¿Nunca estuviste delante del micrófono?
Sí, pero yo hacía más realización. Me encantaba. Era un informativo vendido por un tipo que lo hacía muy bien. Una vez se puso enfermo dos o tres días seguidos y tuve que dirigirlo yo… fue un desastre. El primer día recuerdo que la locutora de radio, cuando acabó el informativo, tiró los papeles y dijo que no se podía permitir que presentase el informativo alguien que no supiese ni hablar. Yo me levanté y le dije: “¿y quién lo va a presentar? ¿una persona que no sabe pensar?”

Te viene desde muy temprana edad molestar al que tiene la batuta.
(Ríe) Lo peor es que en verdad yo lo hacía muy mal pero a ella no le quedó más remedio que presentarlo conmigo. Hay otra etapa con José Luis Arriaza en la que aprendí a no tenerle miedo al micrófono. Yo nunca he sabido leer en la radio pero con él era muy fácil. Sólo tenía que contar la historia. Siempre en Internacional, ya de aquella yo sabía que quería trabajar en Internacional.

No me gusta la gente que me
repite un libro. Por eso Cayo Lara
no me interesa, no me parece
mal tipo, pero no me interesa

Te gustaba tanto Internacional, que después de esta experiencia, llegaste a El Sol y te convertiste en el redactor jefe de esta sección. Lo recuerdas como una etapa muy feliz.
Sí. Cuando cerró Radio 80, robé el cartel de la puerta que ponía Radio 80 Madrid. Otros robaron cosas peores, eh. Trabajé en tres periódicos de economía sin tener ni puñetera idea de economía pero estuve cuatro años. Después fiché por El Sol, fui redactor jefe y viví una etapa muy bonita. Yo ya sabía que el periódico iba a fracasar incluso antes de salir.

¿No es un poco pesimista eso?
La idea era muy bonita, iba a salir en mayo del 1990 y recuerdo que fui uno de los que comentó que teníamos que retrasar la salida porque el periódico no estaba preparado. Salió en mayo, porque el consejero delegado dijo que o salía ya o no veía la luz nunca por culpa de una guerra que había en Anaya. Un periódico que estaba sin hacer salió a la luz. Pero tenía personalidad a pesar de ser un periódico que quería parecerse a El País pero sin los medios de éste.

Debido a esta serie de problemas e incovenientes, cierra El Sol en 1992, y Ramón Lobo… llega a El País.
Entro en El País en Agosto del 1992  justo cuando termina la guerra de Croacia que además la cubrí mal porque no tenía ni puta idea. Pero antes paso un pequeño período de mes y medio en una revista que dirigía un tipo que para mi era de las cloacas del PSOE. Si piso, piso. Si molesto, molesto. No mamoneo. Y se lo dije.

Me cabe constancia que no te andas con florituras. “Los verdugos me parecen unos hijos de puta”, frase dicha por ti cuando analizaste el panorama de las víctimas y los verdugos en una guerra. ¿Es Juan Luis Cebrián un verdugo?
No. Yo creo que Cebrián… no lo sé. Yo he tomado la decisión de no hablar más del periódico. Lo que escribí en su momento creo que fue bastante elegante. Viví veinte años maravillosos y creo que he crecido como periodista. No ha sido gracias a Cebrián, ni a Ceberio, que fue otro de mis directores. Pero esa etapa se acabó. Me hubiese gustado que continuase, desde luego, porque me voy en contra de mi voluntad. Creo que Cebrián y los periódicos en general se equivocan en la estrategia que están siguiendo porque cualquier estrategia que mate la capacidad de análisis, es un error. En mi caso (y este ERE), creo que es una decisión económicamente indefendible. El periódico se ha gastado mucho dinero en formarme y ahora que me han formado, ya no me quieren.

La versión digital de la Real Academia Española todavía no acoge la palabra ERE. Internet lo recoge como procedimiento contemplado en la actual legislación española mediante el cual una empresa supuestamente en una mala situación económica, busca obtener autorización para suspender o despedir trabajadores. ¿Qué sensación te despierta la palabra ERE?
Es un instrumento que se ha dado a muchos empresarios irresponsables. No digo que El País lo sea, aunque sí ha hecho cosas irresponsables. Mira lo que va a ocurrir ahora con la banca. La banca va a despedir a miles de personas mientras los directivos se han forrado, van a seguir forrados y no hay ni uno en la cárcel. Y las directivas se van a rescatar con el dinero de todos. Me parece una canallada. Me gustaría que hubiese otro instrumento judicial para que los canallas que tengan que ir a la cárcel vayan a la cárcel.

Facilitada desde el blog de Ramón Lobo

¿Cuál era la solución para El País?
Si yo no digo que no haya que hacer recortes, pero se pueden hacer de una forma civilizada o se pueden hacer a lo bestia. El País es el único periódico nacional que tiene ganancias. Ahora se han inventado unas pérdidas… pero son todo beneficios. Yo creo que el periodismo si renuncia a la calidad, renuncia a su esencia y este es un camino equivocado. Si hay que hacer ajustes, buscamos una solución, reducimos sueldos. Nosotros no sabemos lo que gana el director adjunto, por ejemplo.

Pero sabemos lo que gana Cebrián.
Sabemos lo que gana porque hay que declararlo en la CNMV. The Financial Times, que es un periódico que va muy bien, lo primero que hizo fue recortar a sus adjuntos. Quitaron los coches oficiales, quitaron las comidas, viajes y privilegios que tenían y luego miraron en la redacción.Yo creo que hasta la muerte de Jesús de Polanco, que fue muy buen empresario, todos nos sentíamos parte del barco, felices y comprometidos. Pero desde la muerte de Polanco todo los valores del periódico han desaparecido. Si renuncian a ellos, renuncian a su esencia y El País no va a poder con la crisis. Yo espero que sí.

Uno valores que fueron los que te llevaron a trabajar veinte años.
Exactamente. Yo tengo guardado y enmarcado el primer ejemplar de El País en mi casa.

Sin ir más lejos, el 3 de Agosto de 2012 le dabas las gracias a El País. Le dabas las gracias a una profesión que parecía eterna. ¿Sigue siendo eterna?
Sí y muy rotundamente. Yo en agosto, cuando escribo eso, ya sé que estoy en la lista. Yo ya sabía desde mayo que había una lista y que mi nombre figuraba en ella. Eso lo escribí aposta para meter más el dedo en el ojo. Lo único que cambio ahora es mi situación laboral y económica. Laboral por obviedades y en la económica lo empeceré a notar el mes que viene cuando se acabe la liquidación y no haya ingresos. De momento tengo los de la SER. Me pagará un poquito JotDown…Probablemente en JotDown haga otras cositas diferentes a las que se están leyendo.

¿A dónde se dirige tu barco ahora?
Ahora mismo no sé muy bien lo que quiero hacer. Gervasio, un amigo que me quiere mucho, me dice que intente pillar a un pez grande. Lo que sí sé es que sigo haciendo periodismo. Mi casa ya está pagada, así que ahora intentaré hacer cosas que no pude hacer antes. No por prohibiciones, si no por el simple hecho de tener un contrato que te ata. Estoy hablando con una ONG para hacer seis viajes. Tres el año que viene y tres el siguiente con un tema común e ir mandando reportajes. Esta profesión tiene la ventaja de ser eterna hasta que te mueras. Un ejemplo es Enrique Meneses. Tengo una novela con la que quiero seguir, tengo un blog, una página web con ayuda de un amigo serbio… todo se verá.

En tu blog, mencionas que esta profesión (la de periodistas) es un Titanic. ¿En qué parte del Titanic estás tú ahora mismo?
El Titanic es El País. (Ríe) El Titanic es la industria periodística. El periodismo no está en crisis.

¿El periodismo o los periodistas?
Ninguno de los dos. Lo que está en crisis es la industria del periodismo. Lo que está en crisis es cómo vamos a cobrar. Si hay historias en la calle, el periodismo nunca morirá. Hay gente interesada en escuchar esas historias, hay gente que quiere contarlas y en la calle siempre, siempre, hay historias de las que informar.

En un mundo utópico, la verdad está por encima del poder. ¿Hemos vivido ese mundo alguna vez o llegaremos a vivirlo?
Lo que sé es que no lo estamos viviendo porque la industria periodística es parte del poder. Está en manos del poder. Bancos que controlan periódicos, periodistas que han ido viajando en el asiento del copiloto de los políticos sin criticarles. Lo importante es tener sueños, tener la capacidad de modificar tus sueños y no dejar de soñar nunca. La riqueza no es el destino sino el camino, pero no podemos llegar corriendo.

A menudo se asocia el periodismo como el cuarto poder, ¿periodismo como contrapoder o como cuarto poder?
El periodismo es el responsable del control del poder, de los ciudadanos y somos muy responsables de su formación. Hay muy poca gente que compre periódicos porque ya no ofrecen información en donde uno pueda ser crítico. Ya no puedes tener una actitud crítica ante la realidad que te rodea porque tenemos unos periódicos que son una mierda, estamos fomentando una ciudadanía acrítica y somos muy responsables de todo esto que está pasando. El periodismo siempre tiene que ser el contrapoder.

Los recortes en Educación son
el gran agujero de esta democracia

Wikileaks, ¿un medio o un filtrador?
Aunque el filtrador en realidad es Bradley Manning, Wikileaks es un filtrador.  La prueba de que no es un medio es cuando Manning escoge cinco periódicos para filtrar su información. Necesita el prestigio de esos periódicos (Le Monde, The New York Times, The Guardian…) para ser verídico. Lo que sí es cierto es que Wikileaks fue una putada muy grande para los periódicos tradicionales. Lo que Manning  filtró (los papeles del pentágono), teníamos que haberlo conseguido nosotros.

¿Cuál es la diferencia en este caso?
Si eres el medio, estás protegido. Si eres el filtrador, lo tienes jodido.

En su momento, consideraron a Gaddafi el nuevo Che Guevara. Para ti Gadafi, es otro hijo de puta más. ¿Qué tienen en común el Ché Guevara y Muammar el-Gaddafi?
No tienen nada en común. Si Gaddafi fue alguna vez un soñador, desde que toma el poder en el 1969 es un hijo de puta. El Ché la suerte que tuvo es que no estuvo en el poder, una de sus marchas es lo poco que estuvo. El Che representa el personaje romántico. Sigue la estela y la estética de un Jesucristo. Esa figuras son necesarias, la del loco romántico. Por eso el Che es muy respetado a pesar de los errores.

Y de los asesinatos.
Sí. Bueno… no podemos hacer juicios. Yo no creo en la pena de muerte, y lo que acabó en ejecución me parece horroroso, pero las cosas siempre hay que analizarlas en un contexto. Yo recuerdo que la única vez que el comité de la redacción de El País discutió un editorial fue sobre uno que hablaba del Ché.

Los medios de comunicación nos dejan por una parte una Siria en donde las autoridades acusan a las fuerzas externas de apoyar con armamento y financiación a grupos terroristas y por otra parte una oposición que denuncia que el Ejército de Al Assad mata a civiles. ¿Qué Siria nos dibuja Ramón Lobo?
Las dos juntas.

Una sin la otra no se entienden.
Siempre he creído que en el periodismo no debemos de usar muchos adjetivos y la palabra terrorismo es un adjetivo político. Lees esa palabra día tras día en los medios y no nos corresponde esa labor porque nosotros no calificamos si no que presentamos las realidades en su totalidad. Ni todos los malos están en el régimen ni todos los buenos son la oposición.

Es como si Occidente no supiese muy bien qué hacer ante el panorama que nos dejan Siria, Libia…
Es un conjunto muy complicado en donde, efectivamente, Occidente no sabe qué hacer. En Libia se hizo mal. Yo no digo que se hiciese mal en matar a Gaddafi, me parece un cabrón, pero me hubiese gustado más verlo entre rejas porque creo que representa mejor la justicia. Una revolución que empieza así no es algo bueno. Nuestro problema es que no vamos a investigar, a saber qué pasa…

Por eso el trabajo del corresponsal es tan importante.
Nos falta mucho conocimiento y falta el trabajo de campo. Como lo de invadir Irak. ¿Era necesesario matar a Saddam Hussein? ¿Seguro que no había ningún general que estuviese hasta los huevos de ese tío? Bueno, uno o varios… ¿Por qué no vamos, les conocemos, nos llenamos los zapatos de polvo…? No. Nosotros tenemos que ir a invadir Irak y de paso joder a sus gentes. Trabajamos con el material equivocado y no nos molestamos en conocer las sociedades y su complejidad.

En una entrevista digital para El País dijiste que habían ONGs con un trabajo extraordinario como Cruz Roja, pero también otras que hacían un trabajo pésimo, ¿qué organizaciones no dieron la talla en Afganistán?
El problema es cuando algunas ONGs  sólo se preocupan por salir en la televisión. O la falta de organización. Si uno está trabajando en la India, trabaja en la India. Si el terremoto ha sido en Guatemala, pues ya irá gente. Las ONGs tienen que centrarse en su trabajo, si no no hacen nada bien. Hace años hice un reportaje sobre Ruanda y las organizaciones que habían trabajado mal… me montaron un pollo tremendo. Las de las Naciones Unidas son muy grandes, tienen dificultades para trabajar bien.

Joseph Kony, sanguinario personaje de la guerra de Uganda, se convierte en Trending Topic después de casi veinte años sobreviviendo gracias al anonimato, ¿víctima de las redes sociales y verdugo de la guerra ugandesa?
Este tío es un loco, es un secuestrador de niños. No es víctima de nada, es un hijo de puta. Me encantaría que le detuviesen y le llevasen a la corte nacional.

¿Qué papel juegan las redes sociales para el periodista?
Son un instrumento más de información ante los que hay que ser cautos . Creo que están siendo útiles porque han roto el monopolio de las grandes empresas. En la guerra de El País, en el mes de la (no) negociación, las redes jugaron un papel muy importante que el periódico no llegó nunca a imaginar. Las redes sociales cambian todo pero no deben de cambiar las normas generales, las de la comprobación y contextualización de los hechos.

Kapuściński dijo que la guerra no acaba cuando se retiran las armas si no que termina cuando cesa el dolor. A su vez se preguntaba cuándo cesaba este dolor. ¿Lo sabe Ramón Lobo?
Cuando se hace justicia. Y la justicia no tiene porque ser meter a todos en la cárcel, tiene que haber un acto de reconciliación y para que exista tal, tiene que haber un acto de justicia. Sudáfrica es un ejemplo porque respeta la memoria de las víctimas. Y es a partir de ahí cuando se puede hablar de reconciliación.

Dejando de lado el tema internacional y volviendo un poco a tus raíces, por lo menos a esas tuyas que tienen un 25% de savia gallega, ¿qué te parece el resultado de las últimas elecciones en Galicia?
A mi no me gusta nada el PP, pero creo que Núñez Feijóo no es lo peor del PP. Es que el Partido Socialista de Galicia es una mierda, se ha suicidado. Después están Caamaño y Blanco haciéndoles la cama… han tenido un resultado espléndido para lo que se merecían. Llega el BNG y hace un gobierno gris y jode a Touriño. La vuelta de Beiras sí ha sido brutal. Pero el PP ha ganado por ausencia del contrario y porque Feijóo no lo ha hecho tan mal. Es que en Galicia se vota de otra forma.

La derecha es muy reacia
a admitir errores

Falta compromiso político y social. Y ya decía Sócrates que de ser así, terminaríamos siendo gobernados por personas peores que nosostros.
Exactamente. Estamos siendo gobernados por los peores de cada partido. Con Zapatero los primeros cuatro años no fueron malos, después los dos últimos fueron un desastre. Pero este tío (Rajoy) ha sido un desastre desde el primer momento. Hemos coincidido con unos cobardes, unos políticos que no reconocen lo que han hecho mal. Y nosotros tenemos que buscar la forma de que lo reconozcan.

Llegamos al último tramo de esta entrevista con varias fotografías.

“El hombre cayendo” es una fotografía tomada por Richard Drew a las 9.41 am el 11 de septiembre de 2001. Muestra una de las tantas personas que saltaron de las Torres Gemelas luego del atentado terrorista. La persona de la foto era Jonathan Briley, de 43 años, ingeniero de sonido que vivía fuera de Manhattan. ¿Publicarías esta fotografía?

Richard Drew a las 9.41 am el 11 de septiembre de 2001

Sí, toda foto que respete a la víctima es publicable. Además no se ve su cara, y muestra una realidad y una tragedia. Estas imágenes salieron al principio y nunca más. La realidad es esta y a quien no le guste, que se joda.

Huelga general en Santiago de Compostela el pasado 14 de Noviembre.

14N. Charlie Peartree

Su gobierno está haciendo cosas casi de extrema derecha que ni Aznar se atrevió a hacer. Es un incapaz.

El Museo de Arte para Niños en Oakland (MOCHA) ha decidido cancelar una exposición de arte de los niños palestinos en la Franja de Gaza.

Imagen sacada de El Museo de Arte para Niños en Oakland (MOCHA)

Inaceptable. Tú puedes prohibir los dibujos, pero la realidad es esta.

Seguimos y terminamos ya con el juego, Ramón. Varios nombres y frases.

Sánchez Dragó
Un gran error del PSOE quitarle su programa. Me dan igual sus opiniones políticas porque yo le recuerdo con cariño, desde la Transición en donde Sánchez Dragó participaba en un programa de libros y aprendí mucho. Me inculqué unas enormes ganas de leer gracias a ese programa. Sus derivas políticas me dan igual, yo le respeto bastante. Y él es un tipo muy inteligente, quizás muy encantado de haberse conocido pero ha tenido una vida como para estar encantado de sí mismo.

“Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante.” (Ryszard Kapuściński)
La verdad ya no es el objetivo del periodismo sino el beneficio.

Sabina Musich
Gracias a ella descubrí que yo no podía ayudar a la gente con mi dinero, sino contando sus historias.

Enric González
Uno de los grandes del periodismo. Estar en una lista de despedidos con él es un honor. Espero que estemos juntos en muchos sitios.

Paco Marhuenda
No le conozco personalmente pero me parece un personaje con un gran futuro cómico.

“Hay dos cosas más grandes que todo lo demás. La primera es el amor y la segunda la guerra… Y como no sabemos en que va a acabar la guerra, vida mía, hablemos de amor…” (Rudyard Kipling)
El amor es el motor de todo el mundo, incluso antes del amor, el sexo. Marx se equivocó cuando dijo que era la economía lo que movía todo. Es el sexo, el amor. El sexo es muy divertido, pero el amor es algo más grande.

Nicolas Sarkozy
Un payaso. Un representante claro de la política que no me gusta. Solana sería un buen representante aquí en España aunque salvando las distancias, ya que Sarkozy me parece un tipo peligroso y no muy diferente a lo que puede ser Chávez en Venezuela.

“Las protestas contra nuestra política no me afectan lo más mínimo”. (José Ignacio Wert)
Una estupidez. Estamos frente a políticos que creen que el voto les da libertades. El gobierno este es legal porque ha ganado, pero es ilegítimo porque ha mentido. Una campaña electoral debe de ser un contrato. Este es un país de imbéciles.

“Me gusta Galicia porque se pregunta poco por la vida de la gente” (Ramón Lobo)
Si la gente te quiere contar cosas, ya te las contará. Esta ciudad (A Coruña) me encanta por el mar y su acuario tiene la mejor colección de caballitos de mar. Me gusta el misterio, el embrujamiento. Galicia tiene eso.

Nota: La entrevista fue realizada mucho antes de la muerte de Enrique Meneses. Tras el fallecimiento de este gran fotoperiodista, Ramón Lobo escribió en su Twitter frases como:

“Siempre que se muere alguien como Enrique Meneses me queda la sensación de que se me olvidó quererle todos los días #FelizllegadaaÍtaca”

“Enrique Meneses nos quedamos huérfanos: sin un maestro, un referente ético, un luchador incansable; sin un amigo. Buen viaje, Enrique.”