Cuatro cortos y una desgracia

Aunque el cortometraje no goza de la misma popularidad que su hermano mayor, ha servido de cantera para muchos cineastas españoles. El mundo de las “pequeñas piezas audiovisuales”, como una vez los definió Álex de la Iglesia, nos ha mostrado maravillosos trabajos de jóvenes desconocidos que dieron posteriormente el salto al cine con exitosos largometrajes; pero también nos ha mostrado el caso de cortometrajistas fantásticos que se descolgaron posteriormente con películas infumables, o al revés, directores en potencia con cortos intragables que demostraron con sus películas que habían nacido para el oficio. También está el caso de directores consagrados que deciden hacer un cortometraje por nostalgia, por encargo o porque pueden, y realizadores de cortos de gran éxito que, de momento, no han dado el salto al largo.

Os dejo aquí una selección de cuatro cortometrajes fantásticos y uno infumable, porque el cine imita a la vida y en la vida no todo es maravilloso.

7:35 de la mañana, Nacho Vigalondo (2003)

Con 7:35 de la mañana Nacho Vigalondo obtuvo su primera y de momento única nominación a los Oscar. Una mezcla de humor y surrealismo con una canción que estuvo sonando en mi subconsciente al menos una semana después de haber visto el corto. Vigalondo dio el salto al largometraje en 2007 con Los Cronocrímenes, un fantástico thriller de viajes en el tiempo que ya se ha convertido en una película de culto. Su segundo largo fue Extraterrestre, una comedia ambientada en un Madrid cuyos habitantes han huido ante una inminente invasión alienígena y que cuenta con un elenco de lujo formado por Michelle Jenner, Carlos Areces, Julián Villagrán y Raúl Cimas. Actualmente trabaja en su tercer largometraje, Open Windows, esta vez con un reparto internacional integrado por el ex hobbit Elijah Wood y la ex actriz porno Sasha Gray (vaya pareja más extraña).

La próxima vez que madruguéis y os toméis un café en un bar, acordaos de 7:35 de la mañana.

Mirindas asesinas, Álex de la Iglesia (1991)

Es el primer cortometraje del ex presidente de la Academia, con un genial Álex Angulo haciendo de desquiciado. Álex de la Iglesia se estrenó en el largometraje dos años después con Acción Mutante, una comedia negra producida por El Deseo, la productora de Pedro Almodóvar. Su segunda película, El día de la bestia, se hizo con seis premios Goya, incluyendo el de mejor director y el de actor revelación para un desconocido Santiago Segura.

Aunque tiene alguna película más floja, como Crimen Ferpecto, Álex de la Iglesia es una de las figuras claves en el cine patrio de los últimos años. Su última película hasta la fecha es La chispa de la vida, protagonizada por José Mota y Salma Hayek, pero ya trabaja en un nuevo largometraje, Las brujas de Zugarramurdi, que contará con la presencia de Mario Casas, que últimamente parece estar en todas partes. Álex de la Iglesia hizo también una serie de 24 episodios para TVE llamada Plutón BRB Nero, en la que se narra las vicisitudes del Capitán Valladares en su búsqueda de un planeta habitable.

Un hombre entra en un bar y pide una Mirinda…

Maquetas, Carlos Vermut (2009)

Junto a El Extraño, de Víctor Moreno, Maquetas fue el corto ganador del gran premio del jurado de la VII edición del Notodofilmfest, el famoso festival de cortos en Internet. En Maquetas, el también dibujante de cómics Carlos Vermut hace una crítica al dramatismo exagerado del que a veces se abusa en el cine y la televisión para conseguir la lágrima fácil.

En 2011 dio el salto al largometraje con Diamond Flash, una película rodada con 20.000 euros, dinero que puso Vermut de su bolsillo y que previamente había ganado por el diseño de los personajes de Jelly Jam, una serie de animación para Carton Network. ¿Se arruinó haciéndola? Sí. ¿Hizo una película genial? También. Actualmente está trabajando en el guión de su segunda película y se acaba de publicar en Internet, después de un amplio recorrido festivalero, Don Pepe Popi, un cortometraje escrito y dirigido por él y protagonizado por los cada vez más famosos Venga Monjas, fiel a su particular estilo personal.

Una serie de personas nos cuentan su experiencia ante una misma tragedia…

Kinki Hoodoo Voodoo, Velasco Broca (1999)

Con sus cortometrajes, reunidos en el dvd Echos Der Buchrücken, Velasco Broca se ha hecho con más de 25 premios internacionales. Y no es para menos, ya que su trabajo está dotado de una gran originalidad y una muy particular visión del cine. También dirigió Las aventuras galácticas de Jaime de Funes y Arancha, un capítulo piloto para una serie que nunca llegó a realizarse, protagonizado por Nacho Vigalondo, quien se encargó del guión basándose en el cómic homónimo de Velasco Broca y Elier Ansgar Wilper.

En 2007, Avant Pétalos Grillados se convirtió en el primer corto español seleccionado en 36 años en la quincena de realizadores del Festival de Cannes. En ese mismo año se habló de Noches Transarmónicas, su supuesto salto al largometraje, con guión de Nacho Vigalondo, pero nunca más se volvió a saber del tema. Si veremos o no algún día un largo de Velasco Broca es aun un misterio. De momento, disfrutemos de sus cortos.

Una invasión extraterrestre narrada de modo poco convencional…

Himenóptero, Alejandro Amenábar (1992)

Muchos son los adjetivos que acuden a mi mente para referirme a uno de los primeros trabajos de Alejandro Amenábar, Himenóptero, pero el que más fuerte se hace en mi cabeza es infame. Por su duración, rondando la media hora, está más cerca del mediometraje que del corto, pero lo incluyo en la selección para probar el aguante y la paciencia del lector. Yo solo pude soportar su visionado gracias a un estupefacto grupo de amigos con el que disfruté de la obra. Nuestra bromas y comentarios jocosos evitaron que acabáramos abriéndonos las venas, cosa que seguro habría terminado por hacer si lo hubiera visto en solitario.

Se conoce que a José Luis Cuerda le impresionó tanto el corto (en el buen sentido, no como sinónimo de horrorizar) que financió su siguiente trabajo, Luna, un cortometraje del que lo mejor que puedo decir es que no es tan lamentable como el anterior.

Lo único que yo habría financiado después de ver Himenóptero es una recogida de firmas para conseguir una orden judicial que prohibiera a Amenábar acercarse a más de 300 metros de una cámara. Por suerte, Cuerda tiene mejor ojo que yo y no solo financió Luna, sino que produjo su primer largometraje, Tesis, una película francamente genial; un thriller fascinante de obligado visionado con el que seguramente Amenábar calló de golpe a todos los que decían que sus cortos eran una mierda (aunque no les faltara razón).

No sé qué vería Cuerda en los primeros trabajos de Amenábar. Quizás su bola de cristal le avisó de que se convertiría en uno de los directores españoles más célebres de los últimos años. Un extraño ejemplo de mal cortometrajista pero excelente director de largometrajes.

Un grupo de estudiantes queda para grabar un corto de terror en su instituto…

Parafraseando a Vigalondo, como las mejores cosas de la vida, este artículo empieza y este artículo termina.