“Cara a cara coa vida”

“Cara a cara coa vida” es una frase muy impactante a priori. El lector se preguntará qué hay detrás del título de este artículo. Pues detrás de esas cinco palabras hay un documenal que cuenta la historia de Ana Vázquez, una historia que, sin duda alguna, merece ser contada. El 16 de noviembre se estrenó en el teatro Jofre de Ferrol la cinta. El ambiente antes de entrar prometía: el cartel de “Entradas agotadas” estaba colgado. Alba Casas, la directora del documental, se movía de un lado a otro tratando de tener todo a punto. El sombrero rojo que lució en el estreno aparecía y desaparecía entre la gente con una rapidez asombrosa.  La protagonista de todo esto es una niña de sonrisa permanente y mirada curiosa, acompañada por su familia, sus profesores y todos aquellos que la ayudan en su día a día. Ana los recibía  con entusiasmo, porque, como ella dice, son sus amigos. Preguntaba por unos y otros y estaba contenta porque, decía, “van a poner mi película”.

El cartel del documental

El cartel del documental

¿Quién es Ana?

En esa “película”, como ella misma dice, se cuenta su lucha y la de su familia. Ana tiene once años pero aparenta siete. Tiene que convivir con muchas dificultades desde el día que llegó al mundo: nació con fisura palatina (problema que le impedía comer y hablar con normalidad), no podía oír y tenía el músculo esternocleidomastoideo atrofiado. Añadamos a esto la plagiocefalia, esto es, que el hueso de la frente crece en diagonal desplazando boca y ojos y deformando las orejas. Además, la masa blanca que recubre su cerebro es más gruesa de lo normal y esto impide que este órgano se desenvuelva con normalidad. A los quince meses Ana sufre su primer ataque epiléptico, un nuevo problema con el que tendrá que aprender a convivir. Luchando desde que nació por superar todos estos obstáculos, ha conseguido avances muy notables. A los 16 meses la operan de la sordera y de la fisura palatina, operación que le ha permitido mejorar su calidad de vida además de poder escuchar por fin todo lo que la rodea. El tema de la plagiocefalia la obligó a llevar un casco ortopédico que, gracias a la insistencia de sus padres, corrigió este problema. La pequeña es capaz de hablar gracias a la ayuda de Inés Veiga, logopeda que la trató sin tener experiencia previa. En el documental explica los principales problemas que la protagonista tiene para comunicarse. El tema del esternocleidomastoideo fue solucionado también con sesiones de fisioterapia, apoyadas por la incansable labor de Montse López, la madre de Ana, en casa.

La familia de Ana ha sabido como sobrellevar estos problemas. Su madre apoyaba siempre desde casa la labor de médicos y docentes. Esto lo confirman las palabras de Delfina Bañobre, (directora del colegio Atios de Valdoviño, donde Ana estudia) y de Carmen Hermida, profesora de Pedagogía Terapeútica de Ana, quienes, antes de entrar al documental me comentaron que la familia de Ana es todo un ejemplo para todos aquellos que tengan niños con problemas. Afirman que, a pesar del apoyo de sus padres, Ana nunca ha sido una niña sobreprotegida. Ambas se muestran expectantes por ver el resultado final del documental en el que han participado. También tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con el padre de Ana, Juan Vázquez, que me explicaba cómo había vivido la familia la creación de este proyecto. Cuando le preguntó si le ha sorprendido la implicación de los docentes y, en general de todos los que participan en el documental, me contesta con rotundidad “no era necesario el documental para ver eso, eso lo vemos todos los días”. A pesar de la emoción, y de confesarme que no se esperaba que el proyecto creciese tanto, se muestra sereno. Me cuenta que quiere que la cinta sirva a otras familias: “yo lo que quiero es que las familias que estén conviviendo con estos problemas vean esto y se den cuenta de que se puede avanzar”. Como recalcó cuando habló en el escenario al final del documental, no quiere que se convierta en un espectáculo “yo no quiero que mi hija salga por las televisiones”, sino que el proyecto tiene vocación de utilidad, de servir de guía. También como reivindicación, como él mismo dice “que las instituciones se den cuenta de que con estos niños se puede salir adelante y que no dejen de apoyarlos”.

El documental

Ya en la sala, el documental empezó con Ana explicándonos a todos de forma inocente lo que estábamos a punto de ver. Un cómico “dentro vídeo” dio comienzo a esta historia emocionante. Las palabras más emotivas las pronunciaba entre los distintos testimonios Andrea Vázquez, la hermana mayor de Ana, quien, a pesar de no hablar directamente a la cámara, puso voz al vídeo. En los momentos en los que hablaba se veían lágrimas entre el público por su tono sincero y por las palabras de agradecimiento que, una y otra vez, dedicó a su hermana. Por su parte, los padres de Ana hablaron con una entereza y una naturalidad inesperadas para explicar su lucha diaria. También sus profesores explicaron los avances de la protagonista. Es muy destacable la intervención de Lupe Ces, la primera profesora de Ana, que explicó que su caso la había hecho crecer como profesional. También Juanra, el profesor de Audición y Lenguaje de la pequeña nos hace descubrir el carácter de Ana. Paula Ramonde, profesora de actividades extraescolares, nos relata los logros de esta niña incansable, que ha aprendido a patinar cuando todos creían que no podría. Los momentos cómicos, llegaron por cortesía de Juana y Vicente, abuelos maternos de Ana. Si existe un calificativo para describir esta conversación con su nieta, sería entrañable. En fin, los testimonios de todos los protagonistas contribuyeron a que nos hiciéramos una idea de la cotidianeidad de esta familia que apostó por no rendirse. Hoy Ana es una niña feliz, que habla, que lee, que se relaciona y que pone un punto de alegría en la vida de quienes la rodean. El objetivo del documental no es que nos compadezcamos de sus problemas, sino que veamos que con trabajo y ganas es posible salir adelante. Nietzsche dijo que “aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos”, he aquí la prueba.

equipo técnico

Equipo técnico de “Cara a cara coa vida”

Alba Casas, una directora novel

Todas las buenas historias esconden otras tras de sí y esta no iba a ser menos. La segunda protagonista del documental es Alba Casas. Esta joven ferrolana consiguió llenar un teatro con el estreno de su primer documental. Yo descubrí su historia en una conversación con ella semanas antes del estreno y no me parece de justicia no referirla a los lectores. Alba estudió Producción de Audio y Espectáculos y como proyecto final debía presentar el plan de un documental, que nunca llegaría a grabarse. Fueron los propios padres de Ana los que le sugirieron esta idea para su proyecto. Alba la presentó a su profesor, Tomás Lijó, al que al principio no entusiasmó. Después le mostró una entrevista con la familia de Ana y el docente se dio cuenta de que ahí había un historia que contar. Tanto es así que Alba sacó matrícula y el documental es hoy una realidad. A ella le costó mucho vivir lejos de su casa para cumplir su objetivo y por eso agradece de forma especial la confianza de este profesor. Además su alegría fue máxima cuando empezó a recibir apoyos. Buen ejemplo de esto es José Miguel Calabuig, que pertenece a la banda del tercio norte de Ferrol y ha colaborado componiendo una banda sonora original para el proyecto. El día del estreno calificó de “magnífica” esta iniciativa.

Como Alba dice, el proyecto no muere con el estreno. Le pregunto cuál es el siguiente paso y me cuenta que ella es consciente de que este no es un documental comercial, y, por lo tanto, el objetivo no es el beneficio económico. Piensa mostrarlo a asociaciones de familias como la de Ana, presentarlo a festivales y mostrarlo en todos aquellos lugares donde pueda. Para ella es el comienzo de su carrera, el primer paso de un camino que promete ser largo. Al final del documental, el equipo le regaló un ramo de flores, entre ellas, una artificial, acompañadas de una nota: “Tu carrera acabará cuando se marchite la última flor”, rezaba. No se me ocurriría mejor sentencia.

ana y alba

Ana da a Alba Casas un ramo de todo el equipo