Ray Allen: Un triplista de récord

10 de febrero de 2011. Los Lakers visitan el TD Garden en una reedición de las finales de la NBA de la temporada anterior. Pero hay un hombre que centra todas las miradas previas al partido. No es otro que Ray Allen, quien tiene a tiro el récord histórico de triples de la liga, 2.560, en manos de Reggie Miller. Como es de esperar, la NBA, tan propicia al show bussiness, lo tiene todo preparado: cámara enfocando a la madre del jugador, el propio Reggie Miller en la mesa de comentaristas, etc. Es el día de Ray Allen y él lo sabe. Comenzaba el partido con la friolera de 2.559 triples anotados y, a falta de 4:14 para el final del primer cuarto, asistido por Kevin Garnett y con Derek Fisher tratando de puntear su tiro, alcanzaría la cifra récord. No se conformaría con eso, en el siguiente ataque volvería a lanzar en suspensión desde más allá de la línea de 7,24 metros, pero el aro rechazaría su intento. Poco después, a falta de un 1:49 para el final del primer cuarto, recibiría el balón de Rajon Rondo en una salida al contraataque. Sin oposición, se erguiría en su suspensión, tan elegante como efectiva, y su muñeca lanzaría el balón hacia el aro, en el que entraría sin vacilaciones. El Garden, cancha mítica del baloncesto por excelencia, explotaría. 18.000 almas en pie para celebrar la hazaña de un hombre que lo celebra comedido; mientras su madre, emocionada y enfocada por las cámaras, deja escapar alguna tímida lágrima. Luego, aprovechando un tiempo muerto, Allen se acercaría a la mesa de comentaristas a recibir la felicitación del hasta entonces récordman Miller. El desarrollo posterior del partido impediría que la fiesta en Boston fuese total, al vencer el equipo angelino, encabezados por su estrella Kobe Bryant, a los locales por un ajustado 86-92. Ray Allen acabaría siendo el máximo anotador de su equipo con 20 puntos, pero lo importante era que su nombre pasaba desde ese momento a inscribirse con letras doradas en la historia de la liga.

Nacido en Merced, California, en 1975, pasó su infancia en un ambiente militar. Tercer hijo de entre cinco hermanos, los primeros años de su vida transcurrieron entre múltiples traslados a diferentes bases de las fuerzas aéreas norteamericanas debidos a los cambios de destino de su padre. Desde pequeño, Ray mostró afición por el deporte y enseguida comenzó a destacar como jugador de baloncesto, al poseer un extraordinario talento y una gran condición física. Dejó múltiples muestras de su clase en los diferentes institutos por los que pasó, pero repentinamente el baloncesto dejó de ser un simple juego para él.

Con tan sólo 18 años, recién finalizada su etapa en el instituto, su novia de por aquel entonces se quedó embarazada y Ray se vio obligado a tomar importantes decisiones. Se percató de que la manera de asegurar un buen futuro a su familia pasaba por una formación universitaria y la beca deportiva era el camino más corto para poder acceder a ella. Así pues, el baloncesto se convirtió en su medio de vida ya desde joven. Cuanto mejor jugase, más universidades se interesarían por él y más halagüeño sería su futuro. Su hija, Tierra, nació y el finalmente se decidió por la Universidad de Connecticut.

Allen durante su etapa en UConn.

En su paso por el baloncesto universitario, entre 1993 y 1996, Allen consiguió el premio al mejor jugador universitario de América (1995), la tercera mayor marca anotadora histórica del equipo y el récord de triples durante una temporada. Inevitablemente, su camino parecía ligado a la mayor liga de baloncesto del mundo, la NBA, así que Ray decidió apuntarse al draft. 

Fue elegido en quinto lugar por los Minnesota Timberwolves y traspasado inmediatamente a Milwaukee Bucks junto a Andrew Lang a cambio de los servicios de Stephon Marbury. Su temporada como rookie, la 96-97, deparó unas estadísticas bastante prometedoras: jugando 82 partidos, de los cuales 81 titular, y anotando más de 13 puntos por partido con un 40% en tiros de 3. Estos números lo llevaron a tomar parte en tradicional partido del All-Star entre rookies (jugadores de primer año) y sophomores (jugadores de segundo año). Allen también participó en el concurso de mates del All-Star de 1997, ganado por Kobe Bryant y en el que finalizó en cuarta posición. Los Bucks finalizarían la campaña con 33 victorias y 49 derrotas, que los dejaban fuera de los playoffs.

Durante ese año, Allen se acercaría al mundo del cine, en el que daría sus primeros pasos en 1998. Aprovechando un viaje del equipo a Nueva York, participó en el casting para la peli “He Got Game” (en español, “Una mala jugada”), dirigida por Spike Lee donde representaba a una joven estrella del baloncesto. Compitieron con él por este puesto otros jugadores como Allen Iverson o Kevin Garnett. En 2001, Ray también formaría parte del elenco de actores de la película “Harvard Man”, en la que desempeñaba un papel secundario con respecto a su anterior actuación.

Ray Allen y Denzel Washington en “He Got Game”.

Volviendo al aspecto baloncestístico, la temporada 97-98 se presentaba prometedora para los Milwaukee Bucks. Habían llegado hombres de refuerzo como Terrell Brandon o Tyrone Hill que parecían acercar el equipo a los playoff, pero las cosas se fueron torciendo. Las lesiones mermaron las opciones de una buena plantilla y Allen se convirtió en el jugador franquicia, obligado incluso por las bajas a jugar en posiciones diferentes a la suya. Sus estadísticas mejoraron, rozando los 20 puntos de media, pero fueron insuficientes y el equipo se quedó a las puertas del playoff, con un balance final de 36-46.

El año siguiente comenzó agitado por el cierre patronal de la liga, el lockout, que propició algo similar a lo ocurrido en la temporada 2011-2012, un calendario reducido. En este caso, a 50 partidos. Milwaukee consiguió al fin obtener un récord positivo (28-22) y alcanzar los playoffs, donde cayó en primera ronda frente a Indiana Pacers por un contundente 3-0. Algo similar ocurriría en la temporada 99-00, la de la definitiva explosión de Ray Allen. Los Bucks caerían otra vez en primera ronda de playoff frente a Indiana, esta vez por 3-2, pero, ya convertido en estrella del equipo, Allen anotaría 22 puntos de media por partido y participaría en el partido de las estrellas, el All-Star Game. Posteriormente, durante el verano de 2000, Ray formaría parte de la selección americana de baloncesto para los Juegos Olímicos de Sidney’00, donde el combinado norteamericano lograría el oro dejando patente su notoria superioridad.

De cara a la temporada 00-01, Milwaukee parecía por primera vez aspirante a lograr algo significativo en la liga. Finalizada la temporada regular con un récord de 52-30, el primer escollo en los playoff eran los Orlando Magic, donde brillaba Tracy McGrady. Superar esta ronda no conllevó demasiadas dificultades, pero el siguiente rival, los Charlotte Hornets, de Baron Davis opondría mayor resistencia. Tras haber perdido el factor cancha, los Bucks estaban con un pie fuera, pero entonces emergería la figura de Robinson, compañero de Allen en el All-Star, quien con dos actuaciones de 29 puntos, sería capaz de despachar al equipo de Charlotte. En las finales de conferencia esperaban los Philadelphia 76ers, y en Milwaukee existían razones para soñar con una final de NBA tras dos victorias de los Bucks ante este equipo en la temporada regular. Pero el sueño se rompería tras una eliminatoria emocionantísima resuelta en Philadelphia en el séptimo partido, que terminaría 108-91 para los locales. Durante los playoffs, Allen estuvo a un nivel altísimo, en torno a los 25 puntos de media y 6 asistencias.

Con el equipo ya consolidado, la temporada 01-02 parecía la del asalto al título de unos Bucks fortalecidos por la incorporación del rookie Michael Redd, quien a posteriori se convertiría en el jugador franquicia del equipo. La temporada comenzaría con un récord de 9-1, pero de nuevo las lesiones harían acto de presencia. La plaga de bajas que asoló al equipo sería devastadora y frustraría las aspiraciones de una plantilla llamada a cosas mayores. Se quedarían fuera de playoff tras una racha negativa en los últimos partidos que dejaría su récord en 41-41. En el verano de 2002, se produciría una renovación de la plantilla del estado de Wisconsin que implicaría el traspaso de la referencia interior, Glen Robinson. El equipo le pediría un paso adelante en competitividad a Allen, pero las lesiones lastrarían su campaña y sería traspasado en el mes de enero a los Seattle Supersonics.

La primera mitad de temporada de Allen en la gris ciudad de Seattle tendría un carácter de adaptación al juego del equipo, que daría unos buenos resultados pese a quedarse fuera de playoff, obteniendo una racha de 18-12 desde la llegada de Ray. Para la campaña siguiente, la 03-04, los Supersonics incorporarían a Nick Collison y Luke Ridnour. De los pases de este segundo se beneficiaría especialmente Allen, quien pese a perderse los primeros 25 partidos de temporada por una operación, acabaría con 25 puntos por partido de media, aunque no servirían para alcanzar los playoffs, terminando en un 37-45. Además de los buenos números anotadores, Allen emergería en Seattle como un jugador total, capaz de asistir y manejar el ritmo de juego.

Dirigidos por Nate McMillan desde el banquillo y por Ray Allen, décimo máximo anotador de la temporada, y Rashard Lewis en la pista, los Supersonics consiguieron alzarse con el título de campeones de la División Noroeste en el año 2005 (52-30). Tras superar a Sacramento Kings en la primera ronda, fueron eliminados por San Antonio Spurs, que acabaría llevándose el anillo, en semifinales de Conferencia.

McMillan dejó el equipo a principios de la temporada por una suculenta oferta de Portland y los Supersonics quedaron huérfanos. Cuajaron una mala temporada, siendo la peor defensa de la liga, y, pese a los más de 25 puntos por partido de Allen, no llegaron al playoff. Además, los rumores de un traslado de la franquicia a Oklahoma City (de ahí los actuales Thunder), acrecentaban el malestar en el entorno del equipo. La temporada 06-07 fue desastrosa (31-51) y ni el récord anotador de Allen (más de 26 puntos de media y un  tope de 51 en un partido) pudo enderezar el rumbo. Parecía que si Ray quería conseguir un anillo debería buscarlo lejos de la ciudad que vio nacer el grunge y grupos tales como Nirvana o Pearl Jam. Además, los Supersonics buscaban una renovación en la plantilla tras la adquisición del nº2 del draft, Kevin Durant.

Así pues, Ray Allen acabó en Boston Celtics como parte de un intercambio, que involucraba a varios equipos y jugadores como Rashard Lewis  o Delonte West. La campaña 07-08 se presentaba alentadora para los Celtics del big three (Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen). El nivel del equipo de Doc Rivers fue muy alto a lo largo de toda la liga regular y acabarían con un 66-16 como líderes de la Conferencia Este. En primera ronda de playoff toparon con los Atlanta Hawks, a los cuales eliminaron en el definitivo séptimo partido. En semifinales de conferencia esperaban los Cleveland Cavaliers de LeBron James, a los cuales también superaron en el séptimo encuentor partiendo de una gran defensa y a pesar la ausencia de Ray Allen por una gripe. Resultó más sencillo vencer en la final de Conferencia a los Detroit Pistons tras recuperar a Allen para la causa. En la finalísima de la NBA se enfrentaban a los Lakers, en uno de los duelos clásicos del baloncesto americano. Los Celtics conseguirían imponerse por 4-2 y alzarse con el su decimoséptimo anillo. Ray Allen tocaba el cielo en su primer año en la franquicia de Boston.

El mayor obstáculo para la reválida del título el año siguiente parecía ser la edad del big three (al comienzo de la temporada: Allen, 33; Pierce, 31; y Garnett, 32). La irrupción de una nueva referencia en el juego del equipo como venía a ser Rajon Rondo, ayudó a que el desgaste generacional pasase menor factura. Una constante en la etapa de Allen en los Celtics fue su menor aportación anotadora, pero con un mayor nivel de acierto, con unos porcentajes rayanos e incluso superiores del 40% de triples. La lesión de Garnett mermaría el nivel de los Celtics en playoff, que sufrirían para superar la primera ronda ante Atlanta, exhibición de 51 puntos de Allen incluida; y que caerían en segunda ronda ante Orlando Magic, posterior finalista.

Big Three de Boston (Garnett, Allen y Pierce)

El año siguiente volvería Kevin Garnett a las canchas, pero considerablemente mermado por su lesión. Los Celtics alcanzarían 50 victorias en temporada regular. En primera ronda de la fase final superarían a los Miami Heat de  Dwyane Wayde, a los Cleveland Cavaliers en semifinales de conferencia, y a Orlando Magic en la final de conferencia. En la final se enfrentarían de nuevo a Los Angeles Lakers, pero esta vez sucumbirían en una final muy apretada resuelta en el séptimo partido por 83-79.

Esta sería la última final de NBA de Ray Allen, ya que en los siguientes años Boston caería ante Miami Heat en semifinales de conferencia (2011) y en la final de conferencia (2012). En 2011, Allen pudo batir la marca histórica de Reggie Miller. Entre 2011 y 2012 la plantilla de Boston sufriría un intenso lavado de cara con la llegada de jugadores como Brandon Bass o Wilcox y la marcha de Glen Davis o Kendrick Perkins. La última temporada depararía un conflicto de Ray Allen con los Boston Celtics. La lesión de Ray llevó al puesto de titular a Avery Bradley, quien cuajó unas excelentes actuaciones y, al regreso de Allen tras la lesión, siguió contando con la confianza de Doc Rivers. Esta decisión llevó a Ray Allen a buscar un cambio de destino para la temporada 2012-2013.

La oferta de Miami Heat, flamante campeón de la NBA, era muy atractiva ya que le ofrecía un rol importante dentro de la rotación del equipo y acorde a su edad de 37 años. Además, la incorporación reforzaba todavía más una plantilla que contaba con jugadores como Wade, Lebron James o Chris Bosh. Su llegada al equipo del estado de Florida fue controvertida y provocó declaraciones de compañeros suyos en los Celtics en las que se criticaba su marcha y su elección de Miami como lugar de destino. A esto Ray respondió:  “A mi familia y a mí no nos quedó otra que irnos. Miami era el destino más adecuado para nosotros habida cuenta de cómo estaban las cosas en Boston. Así que no me silbéis a mí. Abuchead a vuestro equipo”.

En el aspecto deportivo, Allen ya ha asumido su papel en el equipo de Spoelstra. Partiendo desde el banquillo y con menos minutos que en otras épocas, anota más de 12 puntos de media con más de un 50% de tiros de 3. Su capacidad de amenaza exterior y su gran lectura de juego lo hacen uno de los hombres importantes de la rotación de unos Heat que tienen como objetivo revalidar el anillo de la temporada pasada. Con Ray resolviendo partidos con acciones tan espectaculares como este 3+1 ante Denver Nuggets, todo parece más sencillo.