Siete motivos por los que Kevin Smith debería dirigir la séptima entrega de Star Wars
No ha pasado ni un mes desde que se dio a conocer la noticia de la venta de Lucasfilm a Disney, lo que supuso el traspaso de poder sobre la toma de decisiones de la mítica saga de Star Wars. La compañía del ratón orejudo se apresuró a anunciar que habrá una nueva trilogía, cuya primera entrega, Star Wars: Episodio VII, está prevista que se estrene en el 2015.
Todo empezó como una aventura de un joven incomprendido llamado George Lucas, que incluso llegó a padecer una importante úlcera por culpa del proyecto. Para llegar a materializar su sueño, Lucas firmó uno de los contratos más curiosos de la historia del cine, aparentemente beneficioso para Twentieth Century Fox: en él, Lucas renunciaba a su salario como director a cambio de un 40% de lo que recaudase la cinta en taquilla, además de quedarse con los derechos del merchandising. “¿Quién va a querer peluches de enanos verdes disléxicos?” debieron de pensar los ejecutivos de la Fox. Peluches, muñecos, sables láser, camisetas, tazas, llaveros, mecheros, lámparas, relojes, pijamas, sábanas, legos, usb, fundas para móviles… George Lucas no solo había creado un universo, si no que había sabido jugar sus cartas con una gran visión empresarial. Ahora, ese sueño de hace más de tres décadas, se ha materializado en la nada desdeñable cantidad de 4.000 millones de dólares, dinero más que suficiente para hacer una importante ampliación en el Rancho Skywalker.
Pero no nos pongamos sentimentales. Lo hecho, hecho está. En vez de lamentarnos o de enviarle furibundas cartas amenazadoras a George Lucas (este señor acaba de ganar 4.000 millones de dólares, seguramente tiene a alguien que lea su correspondencia por él), pensemos en cuál es la mejor solución para la actual coyuntura. Mi propuesta es que sea Kevin Smith, el célebre director de Nueva Jersey, el encargado de materializar el nuevo episodio de la saga. Pero… ¿Por qué debería Kevin Smith dirigir la séptima entrega de Star Wars?
1. Ha demostrado una gran pasión por el cine
Antes de convertirse en un reconocido director de cine, Kevin Smith se ganaba la vida como dependiente en la tienda en la que rodó su ópera prima, Clerks. Smith contaba con apenas 23 años por aquel entonces y dispuso de un bajísimo presupuesto de 27.575 dólares para realizarla. Para conseguirlo, tuvo que vender su colección de cómics, empleó casi una decena de tarjetas de crédito con límite de 2.000 dólares, gastó el dinero que el actor que interpreta a Jay, Jason Mewes, recibió por el seguro de su coche al perderlo en una inundación y, por último, gastó también parte de sus ahorros para la universidad.
Las escenas de interior en la tienda fueron rodadas por las noches, ya que por el día el establecimiento estaba abierto al público, de ahí que al comienzo de la película se muestre que la verja no se puede subir porque alguien ha puesto un chicle en el candado. De esta manera, Kevin Smith justificó la ausencia de luz natural en el interior de la tienda y se ahorró falsificar la luz del sol que supuestamente tendría que entrar desde el exterior.
La película fue rodada en veintiún días (de haber tenido la edad suficiente, Adela Úcar podría haber grabado “21 días haciendo cine independiente”) y fue la gran triunfadora de Sundance en 1994.
Si vender tus cómics, gastarte tus ahorros para la universidad, jugártela con los bancos y dilapidar el dinero de tus amigos para hacer una película no es tener pasión por hacer cine, ¿qué lo es?
2. Ha demostrado tener una gran conocimiento sobre la saga galáctica
Desde el comienzo de su carrera, Kevin Smith ha demostrado su sabiduría acerca de Star Wars. Muchas son las referencias a lo largo de su filmografía sobre la saga de George Lucas. Mencionarlas todas sería una tarea homérica, pero me gustaría destacar la frase que dice Jay en Dogma, cuando el personaje que encarna Linda Fiorentino les encarga a él y a Bob que la acompañen a Nueva Jersey:
“Me siento como Han Solo. Tú eres Chewbacca y ella es Obi-Wan Kenobi. ¡Y estamos en aquel jodido bar!”
Pero, sin duda, la mejor reflexión que ha hecho hasta la fecha Kevin Smith acerca de Star Wars fue en su primera película, Clerks. En ella, se delibera acerca de si los trabajadores que fallecieron durante la construcción de la segunda Estrella de la Muerte, eran o no víctimas inocentes. Transcribirla de manera íntegra sería desmerecer el genial diálogo entre Randal y Dante, así que mejor véanlo ustedes mismos (presten atención a la canción que suena de fondo):
3. Ha demostrado su amor por Star Wars
A través de los personajes de sus películas, Kevin Smith ha dejado patente su amor incondicional por la saga espacial. En Clerks II, a pesar de ser una película bastante mediocre, no ya en comparación con la primera parte, si no dentro de la filmografía en general del director, hay un momento genial en el que Smith, a través del personaje de Randal, muestra cómo su amor por Star Wars le llevará a defender la trilogía original frente a cualquier otra. En este caso, en defensa de su querida saga, arremete contra El señor de los anillos, satirizándola y ridiculizándola.
Además, el personaje de Bob el Silencioso, interpretado por el mismo Kevin Smith (según él afirma, se adjudicó a sí mismo este papel por ser incapaz de memorizar el papel de Dante en Clerks), en su segunda película, Mallrats, está obsesionado con la idea de ser un maestro Jedi. De hecho, su pasión por intentar dominar la fuerza tendrá una gran importancia en el desenlace de la película.
Si esto no es amor por Star Wars, que baje Yoda y lo vea.
4. Ha tenido que lidiar con anterioridad con una gran compañía
A mediados de los años 90, la Warner encargó a Kevin Smith la escritura del guión de una nueva entrega de Superman. El director de Nueva Jersey tuvo las agallas para decirle a los ejecutivos de la compañía que el guión que ellos tenían la intención de llevar a la gran pantalla era francamente lamentable. Así pues, la Warner, lejos de cabrearse con Smith, le encargaron la escritura de un nuevo guión. Para un fan de los cómics, aquella era una oportunidad única. Debido a su gran interés en escribir ese libreto, el director de Clerks tuvo que soportar las excentricidades de Jon Peters, responsable máximo del proyecto, así como las delirantes modificaciones que este quería hacer en el guión, tales como combates contra arañas gigantes u osos polares, o la creación de una guardia personal para Superman en La fortaleza de la soledad. La pregunta que Kevin Smith se planteó, al igual que todos los fans del hombre de acero, es por qué demonios iba a necesitar Superman una guardia personal, por no meternos en el tema de que la fortaleza se llama de la soledad por algún motivo.
En cualquier caso, Kevin Smith es la persona adecuada para defender la integridad de una saga mítica ante las excentricidades de unos ejecutivos a la búsqueda del mayor rendimiento económico que no se paran a pensar en la coherencia de la historia. Si Tim Burton, del que hablaremos en el siguiente punto, no se hubiera entrometido, seguramente tendríamos una genial película de Superman.
5. Porque no es Tim Burton
Es evidente que el realizador de Jersey no es Tim Burton. ¿Por qué es este un punto importante? Hay que tener en cuenta que ahora que Burton vuelve a ser amigo de Disney (recordemos que la compañía de Pluto fue una de las productoras de Frankenweenie) no sería descabellado pensar que podría ser uno de los candidatos a continuar la saga de George Lucas.
No es que yo tenga nada en contra de Tim Burton, pero una persona que afirma que jamás leería un cómic no me parece la más adecuada para encargarse de llevar a cabo una película tan vinculada a la cultura popular. Además, su empeño en dejar la marca de su universo en todo lo que toca, seguramente daría como resultado una película en la que Darth Vader sería el bueno. En su infancia, el pequeño Anakin sería un niño completamente incomprendido, con un mentón afiladísimo y unas ojeras más sombrías que el propio lado oscuro. (¿Qué les pasa a los personajes de Tim Burton? ¿Por qué esas ojeras? ¿Es que no duermen? No, porque todos ellos son personajes atormentados.) De mayor lo más probable es que viviera en una mansión aislada y sería interpretado por Johnny Depp, mientras da forma a los setos con su sable láser.
6. Ha demostrado que sabe hacer algo serio
A pesar de contar en su filmografía con películas un tanto mediocres tirando a malas, como Clerks II, ¿Hacemos una porno? o Vaya par de polis, Kevin Smith a demostrado con Red State que sabe hacer un producto de calidad sin tener que recurrir a sus clásicos Jay y Bob el Silencioso y que es perfectamente capaz de desenvolverse en otro registro además del humorístico. No es que en Red State no haya ningún momento para la risa. Al contrario. Pero es otro tipo de humor, mucho más negro y crudo. La que es hasta la fecha la última película de Kevin Smith, ganadora del premio a la mejor película en el festival de Sitges de 2011, supone una dura crítica al fanatismo religioso y una muestra del cine más maduro del director de Jersey.
7. Bonus Track
Por si alguien aun no está convencido de que Kevin Smith es la mejor elección para perpetuar la mítica saga de Star Wars, no tiene más que ver el siguiente vídeo, en el que se muestra cómo sería Clerks si la hubiera protagonizado una pareja de stormtroopers.