Una huelga es poco
¿Razones para ir a la huelga? Hombre, algunos dicen que tenemos millones de razones y otros que los que hacemos es perder dinero, que tampoco nos sobra. Bien pensado, éste sistema es la leche, hasta por quejarte palmas pasta, no vayas a ser que lo cojas por costumbre. Bueno, siempre podremos pensar que lo que hacemos es amortizar el nuevo material, que los trajes grises ya estaban viejos.
Coñas aparte, la huelga de mañana tardaba demasiado. Casi seis millones de parados y subiendo, una reforma laboral que roza los límites del esclavismo, las mayores restricciones en derechos fundamentales de toda la etapa democrática, una subida del IVA que retrae el consumo y se ceba con los que menos tienen, recortes en sanidad, educación y en todo tipo de servicios sociales, manipulación de la información. No solo no encarcelan a los culpables sino que los indultan y les dan amnistía fiscal, ayudas a los bancos (causantes de la crisis y que ellos mismos contribuyeron a hundir) y grandes empresas hasta limites que ponen en riesgo la economía de todo el país mientras la gente pierde sus trabajos y casas… por citar algunas de las maravillas del gobierno Popular. Si seguimos así, en poco tiempo será inútil salir a quejarse por la educación, porque la suerte de ser el jardinero de un alemán no la dará una carrera. Todo esto, no es que sea motivo suficiente para una huelga general, lo es para levantar un país en armas y recrear la revolución francesa.
Vivimos los peores días que la mayoría de la población recuerda y todavía hay gente que no entiende el porqué de una huelga general. Pues es sencillo, por si todo lo anterior no es suficiente, esta situación está costando vidas. La política económica actual está costando más vidas de españoles que el terrorismo, Afghanistán, la guerra de Irak y el Prestige juntos. El aumento del número de suicidios asociados a la crisis hace del resto un problema menor. Sin embargo, con estos problemas la mayoría del país no dudó en salir a la calle. Y tampoco deberían dudar ahora. La gente se muere y a los responsables les da lo mismo. Cómplices y culpables de todas esas vidas perdidas se van a ver el fútbol o a fumar puros en la quinta avenida para después pedirnos que nos quedemos en casa. Habrá quién les haga caso…
Todo esto, sin contar las vidas que ya tiraron, las horas y horas de lucha de nuestros padres y abuelos, los derechos ganados con sangre que se han perdido en un abrir y cerrar de ojos. Las esperanzas que nuestros padres tenían en nosotros se olvidaron entre decretos ley que se firmaron sin el menor miramiento. Lo que esta pandilla de ladrones y sociópatas que tenemos por gobierno está haciendo no es sólo hipotecar nuestro futuro, y posiblemente el de nuestros hijos, sino que además están aniquilando nuestro pasado, lo que nuestros padres lucharon para dejarnos.
Muchos pensarán que total no valdrá de nada, que las cosas van a seguir igual, y tienen razón. Si no te levantas a mover cualquier cosa es normal que siga en su sitio. Los gobiernos piensan que tienen a sus pueblos detrás, pero las huelgas están para demostrar que realmente están encima.