The 2nd Law (Muse)
(Warner / Octubre de 2012)
Uno de los momento más sensibles y traumáticos en la infancia de un niño cualquiera, llega en el decisivo momento en el cual descubre, ya sea por indagación propia o revelación ajena, que los queridos Reyes Magos no existen. Y por ende, que no son ellos los que reparten gracia y alegría las mañanas del 6 de Enero. Y oiga, la ilusión se corta de raíz. Con Muse ocurre algo muy parecido. Nos han llenado de ilusión durante los años dorados de nuestra juventud para, al final, acabar en una enorme decepción (cosa de la que venían avisando con The Resistance)
The 2nd Law es un álbum marcado por la ambición, como casi cualquier otro trabajo del trío de Devon, pero en esta ocasión la propia ambición se convierte en algo contraproducente de cara al resultado final. No hay más prueba de esto que la innecesaria inclusión de pasajes dubstep en los cortes que cierran el CD.
Comenzamos el trabajo con Supremacy, prometiendo mucho más de lo que da, sensación que nos acompañará durante los más de 50 minutos de duración, como un “quiero y no puedo”. Los momentos finales del segundo tema, Madness (con una curiosa inspiración en George Michael) y, sobre todo, de Panic Station preparan al oyente para el escogido como primer single del álbum, Survival, canción compuesta como himno de los Juegos Olímpicos de Londres y que no pierde brillo en el conjunto del álbum. Es menester hacer una positiva mención a la voz de Matthew Bellamy. Actualmente se encuentra mucho más modulado en los graves, perdiendo ése cordón umbilical que lo conectaba irremediablemente en sus primeros trabajos con Thom Yorque, de Radiohead. Asimismo, continúa dejándonos alucinados con sus subidas a registros más agudos, confirmándose por fin como uno de los mejores vocalistas de su generación.
Continúa el plástico sin pena ni gloria, refugiándose de cuando en cuando en los ampulosos teclados y efectos que tanto ayudaron al grupo a granjearse su popularidad actual, pero que en esta ocasión semejan un vano intento de salvar el pellejo por falta de inspiración. De hecho, Explorers podría ser perfectamente el hijo bastardo de Falling away with you y Invincible, por no acusar de autoplagio, en otras palabras. La grandilocuencia viene ahora más dada por las plataformas móviles y sus chaquetas con brillantina en los directos que por los propios temas.
Big Freeze eleva un poco el nivel medio que, pese a todo, vuelve a descender en los dos temas siguientes, en los que Chris Woltstenholme se encarga de la voz principal y que, realmente, no aportan nada positivo. Obviaremos hablar del doble final (Unsustainable e Isolated System) para no disuadir demasiado a los posibles lectores que tengan verdadera fe en Muse.
Probablemente si detrás de The 2nd Law estuviese un grupo menor podríamos hablar de un trabajo de aprobado, casi decente, pero estamos hablando de Muse. Estamos hablando de una banda de primera línea mundial, una banda que casi tocó el cielo con Black Holes and Revelations (que cultivaba influencias tan dispares como Prince o Rush, y, en definitiva, era un disco cojonudo) tras despegarse del resto de los mortales con Absolution. Ahora parece que han perdido el Norte y, como los Reyes Magos, han sido substituídos por la desilusión. A ver cómo se manejan tras esto.
Puntuación: [45/100]