Tape (La Cinta)

En una habitación de un hotel barato, Vince, interpretado por Ethan Hawk, bebe unas cervezas mientras espera a Jon, su compañero de instituto, interpretado por Robert Sean Leonard. Lo que al principio parece un reencuentro entre dos viejos amigos con motivo del estreno de la primera película de Jon, acaba desembocando en una situación de tensión en la que van saliendo a la luz antiguos trapos sucios.

Dirigida por Richard Linklater (Walking Life, Fast Food Nation) con un presupuesto de 100.000 dólares —relativamente bajo si lo comparamos con los 35 millones de los que dispuso para realizar la posterior Escuela de Rock (2003)—, La Cinta (2001) está construida alrededor del diálogo y no de la acción. A través de él, el espectador va descubriendo la situación actual de Vince y de Jon, así como el pasado de ambos personajes, en el que tuvo lugar el suceso que motiva toda el argumento de la película. Rodada en una sola localización, la habitación del hotel (construida especialmente para la ocasión, en contra de lo que pudiera parecer), no es hasta transcurrida la primera mitad de la película que aparece el tercero de los personajes que intervienen en el film. Se trata de Amy, también compañera de instituto de Vince y Jon, encarnada por Uma Thurman, nominada a Mejor Actriz de Reparto en los Independent Spirit Awards por su magnífica interpretación.

El guión corre a cargo de Stephen Belber, basándose en su propia obra de teatro, y la acción transcurre en tiempo real (al modo de La soga, o la más reciente Un dios salvaje) y, aunque realiza un genial trabajo, en especial en la construcción de los diálogos, el apartado visual no le hace justicia. Grabada en vídeo y posteriormente kinoscopada en 35mm, La cinta tiene un aspecto casero o de cine para televisión, con más de un salto de eje y conversaciones realizadas con barridos de uno a otro personaje con resultado ligeramente mareante y un uso excesivo, para mi gusto, de la steady cam. Este sentimiento se incremente a causa de la fotografía mediocre a cargo de Maryse Alberti, encargada, junto a Stephen Belber, de operar la cámara.

Todos estos inconvenientes no impidieron que La cinta se hiciera con el Premio Linterna Mágica en el Festival de Cine de Venecia en el año 2001, seguramente gracias al trabajo de Belber y de la interpretación del trío protagonista. Cabe destacar la ausencia total de música a lo largo de todo el metraje (únicamente se escucha el inicio de la canción I´m sorry, interpretada por Brenda Lee, antes de que la imagen funda a negro y dé paso a los créditos) ya que conseguir esa sensación de tensión sin la ayuda de música ambiental o de efectos sonoros dramáticos es un logro considerable.  En resumen, se trata de una película recomendable, a pesar de que la historia pierda fuerza hacia el final: el desenlace resulta decepcionante después de toda la tensión creciente a la que hemos sido sometidos durante el desarrollo del film.