Rolling Stones, 50 y algo
La aportación a la historia humana del grupo británico The Rolling Stones va mas allá de un puñado de canciones. Cualquier ser humano sería, como mínimo, injusto con sus majestades si pensase lo contrario. Mick Jagger y Keith Richards han escrito algunas de las páginas más importantes de la historia contemporánea, tanto por haber logrado introducir en decenas de generaciones la pasión por la música, como por ser pioneros a la hora de crear conductas sociales como el fenómeno fan. Si el mundo fuese justo, los Rolling deberían ser una asignatura más en la educación secundaria; todo tendría más sentido y los críos aprenderían cosas más importantes de lo que seguramente recojan los manuales de la asignatura “Educación para la ciudadanía”.
No importa ya qué edad tengan sus componentes, ni cuánto tiempo les quede, ni tan siquiera cuánto tiempo hace que no crean un verdadero himno para la historia del rock n roll… Lo único que importa es que son los Rolling Stones, y es que cuando los Rolling Stones se deciden a anunciar algo, el resto del mundo se detiene, observa, calla y espera atento para recibir la buena nueva.
En 1964 vería la luz su primer álbum, de título homónimo al del grupo, compuesto en su mayoría por versiones de Chuck Berry o Muddy Waters (entre otros). Una producción y sonido, alejados de lo que podemos encontrar en sus siguientes trabajos, pero una absoluta declaración de principios Rhythm & Blues por sus dos caras. Aun siendo el primer largo de la banda, su calidad les valió para ocupar durante doce semanas consecutivas el puesto número uno de ventas en Reino Unido; se conformarían con el undécimo puesto en USA.
Como curiosidad y a modo anecdótico, los Rolling no sacarían un disco completamente compuesto por ellos hasta el “Aftermath”, su cuarto álbum de estudio (en Gran Bretaña, en USA sería el sexto). “Under my thumb” y “Paint it black”, recogidos en ese vinilo, son hoy parte de la historia viva de la música, imprescindibles.
“I can’t get no satisfaction” saldría al mundo el 6 de junio de 1965 en territorio estadounidense. Se abría el gas, y alguien prendía una cerilla en el salón. El superestrellato internacional entró por la ventana. Una declaración de un adolescente apabullado y castigado era su forma. La carga sexual de la canción y su tono anti capitalista abrirían un nuevo período para los Rolling Stones. Nada volvería a ser igual.
La historia a veces tiene cierta ironía, y es que el disco “Their Satanic Majesties Request”, un disco malamente valorado en el momento, recibido con duras críticas y pocas ventas sería el que daría pie al sobrenombre típico de los componentes de la banda. Contrastando con este pequeño fiasco, la siguiente época que encararía la banda podría considerarse como su “edad de oro”.
Con la canción “Jumpin Jack flash” la banda volvía a la cima del panorama internacional creando un ambiente de gran expectación por la salida inminente de su próximo álbum de estudio, Beggars Banquet (curiosamente, el sencillo anteriormente nombrado no aparecería en el disco) y con el que se abriría la trascendente y fructífera relación con el productor Jimmy Miller, que trabajaría con los ingleses hasta el año 1973.
Por ese entonces el multinstrumentista Brian Jones es despedido de la formación y el virtuoso de las cuerdas Mick Taylor cogería su listón. La influencia que tuvo Mick, que venía de militar en las filas de los Bluesbreakers de John Mayall fue notable (si queremos quedarnos cortos) en los trabajos posteriores y sin duda, responsable del nuevo sonido que poseería al grupo. Jones sería hallado muerto en su piscina privada pocos días después de abandonar la banda, formando parte de la lista negra de músicos que perecieron antes de llegar a la treintena (lucía 27 años a la hora de su muerte).
Esta época dorada, durante la cual los propios Stones se autodenominan “la banda de rock mas grande del planeta”, culminaría con la grabación de su primer trabajo doble, hoy por hoy considerado por multitud de críticos su obra maestra: “Exile on Main Street”. Mi idolatría hacia este disco es tal que no me permite apenas decir unas palabras sobre él, a sabiendas de que si empiezo a escribir sobre el mismo, posiblemente llenaría folios y folios con mis pensamientos sobre él, muchos de ellos casi sin sentido. El disco, recibido fríamente en su lanzamiento debido a una supuesta mala producción y a todo lo que rodeó su grabación (adicciones, huidas del país por delitos fiscales, falta de organización…). El tiempo otorgó la razón a los Stones y hoy por hoy es considera una obra indispensable no solo en la música rock, si no en la música global contemporánea. Si el mundo acabase mañana, sería un error no ponerlo entero, al menos una vez a lo largo de esas 24 horas.
Tampoco se debe menospreciar el “Sticky fingers”, disco justamente anterior al “Exile” y precedido a su vez por “Let it bleed”. Los cuatro discos (contando el Beggars Banquet) conforman una saga épica para el grupo que, desgraciadamente, no se volvería a dar pese a la larga continuidad del conjunto en el tiempo.
Los Stones son unos animales camaleónicos, han sabido sobrevivir a todo. Podemos hablar de modas, podemos hablar de épocas, podemos hablar de lo que queramos refiriéndonos a su supervivencia, pero al final, lo único cierto es que aquí siguen, en la cima, llenando estadios, vendiendo aquello que sacan y parando el tiempo por donde pasan. Los años pasaron y siguieron sacando discos tales como el “Black and blue”, donde Ronnie Wood sustituiría a Taylor quedando ya hecha la formación mas conocida de los Rollin, con Jagger y Richards al frente y secundados por Ron Wood, Charlie Watts y Bill Wylman (que abandonaría al grupo en 1993). Durante esta época, los Stones sufren de cierto estancamiento musical, debido, posiblemente, a la gran calidad alcanzada con sus anteriores trabajos y la terrible presión de intentar lograrla de nuevo además de contar con las nuevas formas de música que invadían la sociedad y el mercado.
Los 80 llegarían y los Stones demostrarían su capacidad de adaptación a los nuevos tiempos. Discos como “Tatoo you” o “Emotional Rescue” donde pese al apogeo de la música punk supieron absorber parte de su esencia y trasladarla a su terreno. Para rematar la faena, podrían verse pinceladas de música disco en el “Some girls” que llevaría al grupo, unos años mas tarde, a grabar el “Undercover” como una clara muestra de su capacidad adaptativa al mercado musical y a las tendencias sociales. Jagger fue criticado por los fans por ello, aunque todos sus discos desde el “Sticky fingers” fueron número uno de ventas en la listas.
La crisis llamaría a la puerta de la banda, con un Ronnie absorto en las drogas, un Keith Richards centrado en una carrera en solitario y un Jagger que recriminaría la actitud de este último y su descompromiso con la banda. Pese a realizar las giras mas exitosas de su hitoria durante la década de los 90 y principios del milenio, los Stones se mostraban cansados musicalmente, con una clara crisis musical a cuestas y con diferentes reyertas entre Richards y Jagger a lo largo de los años. Quizás algún santiagués aun recuerde el concierto ofrecido en la capital gallega durante la gira del disco “Bridges to Babylon” (también pasaría por el estadio de Balaídos, en Vigo durante el 98) allá por el año 99 con los ourensanos Suaves de teloneros.
Con todo, los Stones siguen su camino, después de un largo silencio desde el 2005, donde publicaron su último CD, “A bigger band” hasta ahora, 2012 donde anuncian la salida inminente de un nuevo trabajo (12 de noviembre) y el lanzamiento del single “Doom & Gloom” que sorprende a sus seguidores y realmente parece hacer esperar un nuevo disco de los Stones sorprendentemente actual y voraz, aunque sabiendo de quien viene, tampoco debería causarnos sorpresa.
A la espera de este nuevo trabajo, se han programado varios conciertos de presentación y la expectación a la espera de una verdadera gira mundial por su 50 aniversario, que cumplen durante todo este 2012, continúa presente.
Los Rolling Stones puede que sean sólo rock n roll, “but I like it”
Texto: Charlie Peartree
Fotos: www.rollingstones.com