Ponle un “mini” y échate a dormir

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Hoy se ha hecho oficial el lanzamiento por parte de Samsung del Galaxy SIII Mini. Lo que venía mascullándose como un posible golpe de efecto a la gama media de los móviles por parte de la compañía asiática se ha hecho realidad. Eso sí, como suele pasar en tecnología (salvo excepciones, veáse Apple en ocasiones), la realidad suele ser bastante más tacaña que las mentes de los posibles usuarios. Las prestaciones del terminal, recientemente publicadas, acallan de forma bastante tajante los rumores de los fans esperanzados y con un bolsillo más limitado. Vamos, que no está mal, pero no es para tanto. Las especificaciones técnicas pueden encontrarse en cientos de páginas web que desde el lanzamiento han servido, principalmente, para que los cibernautas creasen discusiones en los comentarios.

Al margen del lanzamiento en sí mismo, estamos ante una nueva manifestación de un fenómeno que se ha intensificado recientemente en el mundo de los gadgets: la atención a la llamada “gama media”. Para situarnos de forma clara, la gama media es ese espacio que va desde los que no quieren algo inferior a un smartphone pero que tampoco pueden permitirse el Olimpo versión móvil, ya sea rama iPhone o rama Samsung Galaxy. ¿Y de qué se han dado cuenta los fabricantes? De que no pueden centrar todos sus esfuerzos en un sector que, aunque ofrece un nivel de calidad cercano a la excelencia, el grueso del mercado no puede permitirse. Así, todos, y hasta los más reticentes, se han visto forzados a pasar por el aro. El caso de Apple con el iPad mini es el más sangrante. Apple, mientras estuvo en manos de Steve Jobs, siempre buscó caracterizarse con una cierta exclusividad que parecía dotar a sus productos de un “aura” especial. En infinidad de discusiones podría abordarse si se trataba (y se trata) de una gran burbuja de marketing o si había algo de cierto y razonable tras todo aquello. Lo que sí es cierto es que el iPad mini es un mensaje claro de la compañía: “Sí, nos hemos dado cuenta de que estáis ahí y de que estaríais dispuestos a pagar un poco menos por un producto un poco peor, vamos a desinflar un poco el pecho y a ponernos a ello”.

Samsung, sin embargo, nunca ha tenido tantos problemas para lanzar productos de gamas más bajas que sus productos estrella. Ahora bien, todo tiene un límite. Y el Samsung Galaxy SIII mini parece haberlo rozado peligrosamente. Porque Samsung ha lanzado un buen móvil, sí, pero posiblemente no digno de llevar la marca “Galaxy SIII” como nombre. Es un juego peligroso, basado en un “no digas que es peor, di que es más barato”.

La “gama media” era un terreno en el que los diferentes fabricantes se estrujaban el cerebro para encontrar una forma de cubrir el mercado mayoritario de forma variada y gradual. Sin embargo, desde que Samsung y Apple se han decidido a merendarse el mercado, parece destinada a convertirse en un mercado de clones defectuosos o menos válidos que los modelos verdaderamente potentes. La originalidad para nuevos modelos y gamas, al garete. Y lo que es peor, de forma confesa. Y al que no le guste, que le ponga un “mini” al final.