La crueldad del tiempo
Hace unos días, navegando por internet en ese rato en que las redes sociales se quedan casi vacías y todo indica que lo mejor es irse a dormir, descubrí algo que me hizo reflexionar. Esto no es noticia, porque si mezclamos la cantidad de cosas que hay por la red con la somnolencia y unas pizcas de “bah, me quedo un poco más”, el resultado siempre suele ser llegar a algo cuanto menos curioso. Ya se sabe, el clicar por clicar es uno de los mejores rastreadores de internet.
Andaba yo paseando el puntero por la web de mi universidad, la Universidad de Santiago de Compostela, pensando en la inutilidad de su periódico en el que no hay periodistas y admirando el maravilloso color morado que se les queda a los enlaces una vez has clicado en ellos, cuando sufrí una revelación. El Plan Bolonia. ¿Qué ha sido de él? Lo hemos olvidado, a ver si va a ser que nos hemos aburguesado en el Plan Bolonia. Ese revolucionario cambio en la universidad, que primero ayudó a llenar las bocas de políticos superorgullosos de entrar con calzador y a última hora (como siempre) en los planes del resto de países de la Unión Europea, y después llenó bocas de jóvenes que gritaban en su contra desde institutos y facultades, la mayoría, admitámoslo de una vez, sin saber muy bien de qué iba el tema. Ese Plan que se ha ido adaptando (¿?) poco a poco, al mismo tiempo que se acaballaban las quejas, bien por cansancio, bien por resignación.
Y como la web es así de agradecida, no tardé mucho en encontrar una página que me iba que ni pintada para resolver la cantidad de preguntas que empezaban a aflorar en mi cabeza. La web del Ministerio de Educación llamada queesbolonia.es tiene una cantidad abrumadora de secciones destinadas a resolver cualquier interrogante que le pueda surgir a una mente -como la mía- con dudas. Otra cosa es que las respuestas se adecuen a la realidad, que también es que los jóvenes lo queremos todo, eh.
Siguiendo una secuencia lógica, me fui a lo que parece ser la sección principal, llamada “¿Cómo es la universidad del plan Bolonia?” y que tiene una foto de un muchacho que mira al rótulo con una cara de felicidad pasmosa. Se nota que a él le gusta el Plan Bolonia. A ver si nos convence, os adjunto el texto de la web:

El muchacho pensando con una sonrisa
©Ministerio de Educación
Piensa que puedas estudiar tu carrera en varios países europeos , aprendiendo diferentes idiomas y relacionándote con personas de distintas culturas. Bueno oye, no suena tan mal la cosa así de inicio.
Además, que tus notas no dependan de unos pocos exámenes en los que te juegues el todo o nada, sino que tu evaluación se determine por el trabajo que desarrolles durante todo el curso. Creo que aquí empiezo a discrepar un poco, ¿se supone que alguien tiene que obligar a los profesores a hacer esto, no? No vaya a a ser que a algún desalmado educador se le ocurra hacer lo que le dé la gana o, lo que es peor, seguir el antiguo plan (por dios no, que se enteran por encima de los Pirineos y nos vienen a dar caña).
A eso añádele que puedas escoger entre una gran variedad de títulos que respondan a tus aspiraciones personales y profesionales, en vez de hacerlo entre un catálogo cerrado de titulaciones más o menos genéricas. Echo de menos un link para ver cuántos nuevos títulos han creado. Yo había escuchado que, de hecho, están cerrando Másters.
Y por supuesto, que tengas la oportunidad de abrirte camino en el mercado laboral desde la propia Universidad, haciendo prácticas de tu especialidad en prestigiosas empresas del sector, sin necesidad de privilegios ni recomendaciones. ¿Esto es fijo?¿Durante todo el Grado? ¿Cobrando? Miren que el clásico enchufe de toda la vida era tan español…
Supón que recibas ofertas de trabajo de toda Europa gracias al valor de tu titulación en más de 20 estados europeos, ampliando tus salidas laborales más allá del territorio español. Creo que los griegos ya están todos a la cola para esto, ¡vamos a correr antes de que nos quite el sitio Portugal!
¿Ya lo has hecho? Pues esa es la Universidad del Proceso de Bolonia. Para todas y todos. Oh, wait…
Bueno, parece que así de inicio no está la cosa tan clara como podríamos pensar. Pero no nos demos por vencidos tan rápido, que hay muchos más enlaces. Por ejemplo, la sección “Bolonia para ti”, así, en plan personal, que vende mucho más. Hasta el rastro de migas parece cumplir todos los requisitos: Bolonia para ti > Estudiante > Plan Nuevo. Aquí seguro que encontramos respuestas claras que nos ayudan a hacernos una idea de qué es realmente Bolonia y si se está aplicando (además está hasta por puntitos, por si nos lo queremos chapar en plan día antes del examen):
- Tu titulación ha sido verificada por la Agencia Nacional para la Evaluación de la Calidad y la Acreditación (en adelante ANECA), que como organismo público dependiente del ministerio vela porque se cumplan los requisitos para impartir los nuevos títulos) y por ello será entendida en el Espacio Europeo de Educación Superior (en adelante EEES). Bueno, bien, todo lo que sea revisar y tal, bien. Ya que lo hacemos lo hacemos bien.
- Podrás incorporarte al mercado laboral al terminarla. Por poder puedo ir ahora, el caso es que el mercado laboral me vea.
- Todas las titulaciones se revisarán por la ANECA cada seis años para mantener su acreditación. La ANECA esta debe ser la bomba, ¿me puedo incorporar al mercado laboral yendo a currar a la ANECA?
- La carga de trabajo (horas de clase magistral, preparación de trabajos/informes/prácticas, estudio por tu cuenta, etc.) que emplees para superar cada materia se medirá en créditos del Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos (En adelante créditos ECTS o ECTS). O sea, que le cambian el nombre a los créditos de toda la vida.
- Gracias a los ECTS se facilita tu movilidad dado que en todos los países del EEES (actualmente son 46 estados) se reconocerá y transferirá créditos ECTS que son transparentes y fácilmente entendibles por todos los sistemas universitarios europeos. Ah, no, que son créditos nuevos para facilitar la salida a Europa. Está bien pero, ¿por qué entonces todos mis compañeros que se han ido de Erasmus han tenido problemas con las convalidaciones? Igual los coordinadores no se han leído bien este párrafo ¡Que venga la ANECA!
- En el caso de que desees moverte a otra titulación no perderás ni un solo crédito. Se te reconocerán automáticamente todos aquellos que pertenezcan a esa rama de conocimiento; se te reconocerán todos aquellos que sean coincidentes y el resto se transferirán. A mí me han dicho que en ciertas facultades las convalidaciones las hace el Decano con un boli y diciendo: “De esta tenemos algo parecido… de esta no… de esta algo así…” Me encanta lo flexibles que pueden ser las ramas del conocimiento. Buena madera.
- Se reconocerá tu trabajo en forma de créditos por participación en actividades universitarias culturales, deportivas, de representación estudiantil, solidarias y de cooperación. Oye, interesante, espero que no nos avisen cuando estemos en cuarto y nos queden seis meses de curso. Oh wait… Bueno, ahora vosotros, queridos lectores, ya lo sabéis.
- Tendrás acceso al sistema de becas del Ministerio, tu Comunidad Autónoma, etc., que deberán ser portables (es decir, que si te vas a otro país del EEES a estudiar mantengas esa beca), además de las becas Erasmus y otras de tu propia universidad. ¡Ay! el money, de ésto sí que no se nos escapa nada, eh.
- Tendrás el valor añadido de haber adquirido diversas habilidades transversales que serán valoradas muy positivamente por la sociedad (hablar en público, conocimiento en idiomas, trabajar en equipo, etc.) Ya que hablamos de valor añadido podríamos hablar también de “cadena de valor”. Vamos, que si todas las experiencias por las que pasas no cumplen ninguno de estos criterios, igual el valor añadido queda un poco sin añadir, ¿no?
- Al finalizar tendrás un Suplemento Europeo al Título que explicará tus competencias para que cualquier empleador o universidad europea pueda entenderlo. ¿Está en esperanto?
- Podrás acceder a titulaciones de Máster y posteriormente a Doctorado de cualquier universidad del EEES. Oye, gracias, vosotros también sois bienvenidos en mi casa.
¿Satisfechos? Bueno, pensad que ellos lo han intentado. Se han montado esta parafernalia con tintes de Universidad del siglo veintitrés que, seamos sinceros, todos sabíamos que no iba a ir bien, pero ¿y lo bonito que es soñar? Vale, sí, el problema es cuando despiertas en clase de un profesor que tarda 35 minutos en encontrar la web de YouTube, o de otro que dice que está aplicando el Plan Bolonia por poner capítulos de series en clase, o cuando te das cuenta de que eso de la asistencia obligatoria y la evaluación continua se han quedado rápidamente en el olvido. Que levante la mano el que no haya escuchado nunca la frase favorita de unos cuantos profesores universitarios durante estos cuatro años: “Por el Plan Bolonia hay que hacerlo así pero… yo lo voy a hacer como me dé la gana”. Rock and roll. Y más rock and roll con el tocho de apuntes y a jugárselo todo en la época de exámenes. Eso sí, has hecho un montón de trabajos durante el cuatrimestre que te han quedado preciosos. No sirven para nada, pero preciosos.
Sí, amigos, el tiempo es cruel. Lo mires como lo mires, es asquerosamente cruel. Digamos que el Plan Bolonia era un conjunto de buenas intenciones para modernizar la universidad -somos bienpensados-, pero estos años lo han convertido en un proyecto que está en ruinas incluso antes de empezar a construirse (algo que, por otra parte, es muy español, en plan aeropuertos y AVEs). Podemos decir también -pensando ya no tan bien- que el Plan Bolonia era una mentira, y el tiempo la ha desgastado, dejando tan solo una patraña que sirve para causar risa y, cuando nos ponemos serios, enfado. El tiempo es cruel, porque no perdona. Va despacio, no se acelera con los gritos ni se para con las cortinas de humo, simplemente no se detiene. Ante nada ni ante nadie.
Y de regalo, en plan bonus, una preguntita que he encontrado en la web quéesbolonia, en la sección “Preguntas con respuesta” (habrá sin respuesta, supongo, en plan metafísico, que esto es la Universidad). Juzguen ustedes mismos.
¿Se les exige formación a los profesores en sistemas virtuales? No. ¿La matrícula a tiempo parcial soluciona realmente estos problemas? No. Y sobre todo, ¿qué es para la ANECA un plazo razonable de tiempo?