Kobe, por Bryant

¿Que aficionado al deporte no ha añorado alguna vez estar dentro de la cabeza de uno de sus ídolos? Poder deleitarse con la toma de decisiones que convierten a un simple deportista en una superestrella, asistir como un espectador privilegiado en primerísima fila a los chispazos de calidad que conducen a la cima; saber, al fin y al cabo, lo que nadie sabe.

Pues esta pregunta parece ser la misma que se planteó el director estadounidense Spike Lee, y que le llevó a iniciar un proyecto que desembocaría en el documental Kobe doin’ work (producido por 40 acres & A Mule Filmworks , 2009). Gran aficionado al basket, Lee es uno de los fanáticos más memorables de los New York Knicks, pero también es un gran admirador del que considera el mejor jugador de la actualidad: Kobe Bryant.

No quedaba otra, pues, que unir talentos y pasar a la acción. Hasta el escenario ayudaba: temporada 2007 – 2008, partido contra San Antonio Spurs en Los Ángeles, y un Kobe estelar a punto de ser declarado MVP. ¿Y qué hubiese sido lo fácil, hasta lo esperable? Tal vez un par de entrevistas, imágenes espectaculares de buen baloncesto, show NBA y hasta quizá un poco de rollo gangsta que se lleva tanto en la mejor liga de basket del mundo. Sí, pero no se habría cumplido con la idea principal, la de mostrar la forma de entender el juego.

¿Qué hacer entonces? Lee consiguió una solución espectacular: llenar de cámaras el Staples Center de los Lakers con una única misión, seguir durante todo el partido a Kobe Bryant. Asiste así el espectador al ritual completo de un superjugador ante un partido: la llegada al estadio, el show que son los vestuarios en la NBA y, desde luego, todas las jugadas en las que Kobe tiene protagonismo, sin olvidar la charla del descanso a cargo de Phil Jackson. Pero hay algo más, un puntito de valor añadido: el narrador, la voz que comenta todas las imágenes es la del mismísimo Kobe Bryant, perfecto en la tarea de desgranar su propio juego y el de los rivales. Un comunicador que, por momentos, parece a la misma altura del jugador de basket. La voz en off se intercala con el propio Kobe durante el partido, gracias a que accedió a jugar con un micrófono bajo la camiseta.

Si a todo lo anterior unimos una banda sonora fantástica y las preguntas que de vez en cuando el director plantea a Kobe llevando a éste a reflexionar, obtenemos un producto con un acabado muy interesante, que derrocha frescura y se diferencia de lo que suele ser entendido como un documental sin perder la esencia del género: acercar al espectador a una realidad concreta.

Una obra de obligada visión para el aficionado al basket. El único punto en contra puede venir precisamente por ahí, la extremada concreción de la temática puede espantar -con cierta razón- a los profanos del baloncesto. Aún así, quizá sea una buena oportunidad para acercarse al deporte de la canasta de la mano de dos profesionales de sus respectivos oficios: Kobe Bryant y Spike Lee.

 

Kobe doin’ work cuenta con unas valoraciones de 6,5 en Filmaffinity y de 6,2 en iMDB. Se presentó en el festival de Tribeca de 2009.