“El proyecto de SCyD trasciende más allá de la figura de Mario Conde”

Pocos días después del 25-S, con las brutales imágenes del estado aplicando su democracia todavía recientes, acudimos al encuentro con Francisco Javier Fernández Tarrío, el candidato de Sociedad Civil y Democracia por la provincia de A Coruña, uno de los partidos de reciente creación que defienden otro tipo de democracia. Conocido por su larga vinculación al PP, este abogado leonés de 36 años, afincado en A Coruña, ha acudido a la llamada de Mario Conde con la intención de dejar atrás la vieja política. Consciente de las pocas oportunidades que “los coaccionables” medios de comunicación tradicionales le brindan, Fernández Tarrío nos concedió la oportunidad de poder charlar amigablemente con él durante más de una hora. 

 

La persona y el partido

¿Qué lleva a una persona que era militante del Partido Popular a irse con Sociedad Civil y Democracia?

Para mi es una secuencia lógica cuando uno se siente representado. Es el desarrollo lógico y coherente con mi desarrollo personal. Yo siempre he estado en movimientos cívicos y ciudadanos, en un entorno liberal y de derechos civiles, peleando para que esos movimientos tuvieran repercusión en el parlamento. Al final he llegado a la conclusión de que los viejos partidos, Partido Popular, PSOE, BNG… son bastante impermeables a los movimientos sociales. Entonces me cruzo con Mario Conde y descubro que lo que él dice se parece bastante, ya no solo a lo que pienso, sino incluso a lo que hago, a la conducta que he tenido durante todos estos años.

¿A lo mejor se debe un poco al descontento por la política actual de su anterior partido?

Ya no es tanto con el partido anterior como con el sistema político en general.

Ya, pero era la política en la que estaba antes, ¿no?

Sí, estaba antes y era conocido por todos. Pero realmente en una situación tan crítica como la que tenemos ahora no tiene ningún tipo de sentido. Los ciudadanos no tienen medios ni para manifestarse ni para exigir nada a los políticos que están ahí. No hay vías. Las plataformas ciudadanas llevamos mucho tiempo en la calle y no se cambian las leyes. Pero si te refieres a que el PP prometió unas cosas e hizo todas las contrarias, pues tienes toda la razón.

¿Ustedes son conscientes de que la etiqueta que tienen de cara a la sociedad es la de ser el partido de Mario Conde?

Bueno, eso es porque desgraciadamente tenemos un cierre informativo bastante grande y se nos filtra mucho, no se nos deja explicar bien nuestro proyecto. Si se escucha a Mario Conde, él mismo dice que el proyecto de Sociedad Civil transciende su propia figura.

¿Cree que la gente olvido el pasado de Mario Conde?

No se trata de olvidar o no olvidar, sino de si la gente tiene la información correcta. Todos sabemos que los medios de comunicación están coartados por el poder político, yo le diría a la gente que se quite los prejuicios y piense en las ideas que transmitidos. Personalmente creo que nuestras ideas no se pueden rebatir, por eso atacan a la persona.

Hablan de democracia real y participativa. ¿Qué significa para ustedes y como la pretenden canalizar?

Tenemos claro que la democracia no es poner un voto en una urna y que el político no vuelva a llamar a tu puerta hasta dentro de cuatro años prometiéndote todo lo que ni hizo en los cuatro años anteriores. Queremos una democracia en que los ciudadanos tengan más margen para fiscalizar y controlar a los políticos. Proponemos importar el sistema americano en el que una iniciativa legislativa popular pueda revocar el mandato de alguien que ha sido elegido y cuando llega al gobierno no lo cumple. Listas abiertas, eliminación de mandatos…eso es una democracia participativa. Lo demás es una pequeña oligarquía que gobierna España. Los partidos son sistemas cerrados, con listas bloqueadas, en el que al final acaban mandando los cuatro de turno. Si a eso le sumas que esas mayorías se acaban trasladando al poder judicial, tribunal de cuentas y diversos órganos de control, te das cuenta de que aún nos queda mucho para que los ciudadanos podamos estar en el parlamento.

Ustedes proponen un sistema electoral de doble vuelta. ¿No piensa que para garantizar esa máxima representatividad ciudadana lo mejor es un sistema que garantice más pluralidad en vez de uno que contribuye a la concentración de poder político y favorece las mayorías absolutas?

Depende de como manejes la ley electoral, por ejemplo en Galicia nos impusieron un limite de un 5% por circunscripción que precisamente evita la aparición de partidos como el nuestro. Lo que si queremos decir es que pretendemos cambiar el lenguaje del poder entre los ciudadanos y los políticos. Si te fijas, de estas cosas que estamos hablando en el resto de partidos ni se plantea. Proponemos este sistema pero puede ser otro, lo primero es un cambio, que nos dejen cambiar, y luego ya veremos como se va haciendo. Desde luego me parece más democrático que lo que tenemos ahora, seguro.

Su formación da la sensación de estar situada en la derecha más dura del espectro electoral. ¿Qué piensan ustedes sobre esto, como se definen ideológicamente?

Es que lo de las etiquetas es fastidiado. Derecha, izquierda… Lo que proponemos es que los ciudadanos tengan un control directo sobre los políticos. Si eso es de izquierdas o de derechas tampoco nos importa. Si lo que quieres es apuntar una línea ideológica pues lo que defendemos es el liberalismo cristiano.

¿Que implica el liberalismo cristiano exactamente?

Eso implica reconocer la cultura española de los últimos siglos. Implica poner la dignidad de la persona por encima de todo, independientemente del credo religioso de cada persona. Pero es evidente que nuestra cultura no es la misma que la que pueden tener en Pakistán o en la India. Nuestra tradición es la que es. Yo no puedo ir al Museo del Prado y ver los cuadros sin reconocer la tradición humanista cristiana. Eso es evidente.

¿Su objetivo se centra más en los votantes descontentos con el Partido Popular?

A mi lo que haga el Partido Popular… les corresponde a ellos. Yo no se muy bien como piensa el PP a estas alturas de mi vida. Lo importante es que son partidos de sistema y no van a hacer ninguna reforma seria que pueda tocar sus privilegios, a partir de ahí creo que las etiquetas son un poco inútiles.

¿Sobre las subvenciones a los partidos?

Proponemos la eliminación de subvenciones a partidos políticos, sindicatos, patronales y ONGs que no tengan un interés social evidente. De ahí abrir la posibilidad de que los partidos políticos obtengan su financiación de donaciones privadas.

¿No cree que eso abriría una puerta peligrosa a grandes empresas y capitales?

Eso ya sucede, cuantos prestamos a formaciones políticas se han devuelto. Quizá lo mejor es que se financiaran con sus propias aportaciones y eso si, tiene que haber total transparencia. Si no pasa nada, solo queremos saber quien financia a los partidos y como.

 

La España de SCyD

¿Qué modelo de estado propone Sociedad Civil y Democracia?

Una de nuestras propuestas es someter a referéndum el modelo institucional de España. Tenemos demasiada administración, duplicidad, triplicidad. ¿Es necesaria una descentralización política o bastaría con una descentralicación administrativa? No estoy hablando de que desaparezcan, sino de repensar como lo hemos hecho hasta ahora. Hay demasiadas competencias asumidas por varias administraciones. El problema es ver que sistema podemos pagarnos.

También tienen propuestas sobre un nuevo sistema de elección judicial.

Sí, hay dos propuestas básicas. La primera la eliminación del Tribunal Constitucional. Por dos razones, ni es Tribunal e interpreta la Constitución a su manera. Sería mejor reducir el gasto del Constitucional e implementar una sala de garantías constitucionales en el Tribunal Supremo. Que son jueces de carrera e independientes. Otra cuestión es como buscamos nosotros una justicia independiente, vaya por delante que a los únicos a los que no interesa una justicia independiente es a los políticos corruptos. Trasladar las mayorías parlamentarias a los órganos de control es un error. Lo que no puede ser es que en España hablemos de los jueces progresistas y los jueces conservadores por la sencilla razón de que los pone un partido o los pone otro. Si uno cree que tiene que haber un poder del estado independiente, debe dejar que elija sus propios representantes ese poder independiente. Soy plenamente partidario de que a los jueces los elijan los jueces.

Además de la eliminación del Tribunal Constitucional también proponen la eliminación del Senado.

Sí, entendemos que tampoco tiene mucho sentido. Lo tendría si funcionase como lo que es, una cámara de representación territorial. Lo que es realmente es un plan de jubilación estupendo para muchos políticos. Es un debate que está ahí y habrá que atenderlo. Nosotros lo que pretendemos es agitar conciencias. No todo tiene que ser como es y se pueden cambiar las cosas de una manera ordenada. Nosotros no vamos a ocupar el congreso ni a tirar pelotas contra las ventanas. Para cambiar las cosas hay que hacer leyes. Yo entiendo la indignación, pero no comparto las maneras. A mi no me parece democracia lo que había el otro día en Madrid. No es mi concepto de democracia, aunque tampoco lo es el que hay ahora.

Recuerdo un artículo que acababa diciendo que, esperar que los problemas se solucionen porque se aprueba una ley al respecto es la versión 2.0 de creer en los conjuros mágicos. No me creo que por hacer una ley se solucionen las cosas.

Yo tampoco, pero si me creo que si estas en el parlamento puedes promulgar incluso que no se hagan tantas leyes. Sería la visión de la ciudadanía. Señores políticos, no hace falta que nos regulen todo ad nauseam, déjennos respirar. ¿Y como lleva ese mensaje a un parlamento hoy en día? ¿A través de que partido político? Listas cerradas, cuatro personas mandando en un partido… ¿Cuantos movimientos ciudadanos han cristalizado en una formación política? El nuestro, ciudadanos en Cataluña y poco más. ¿Cómo cambia eso si no?

¿A lo mejor la propia esencia de esos movimientos es precisamente esa?

Si, pero llega un momento, con la que esta cayendo, que como te defiendes como ciudadano. Hay tres opciones: una es permanecer impasible y formar parte del sistema esperando a que algún día le caiga un cargo público, otra es romper farolas y ocupar parlamentos o la tercera que es dar un paso al frente y humildemente intentar cambiarlo. Nuestro éxito ya no está tanto en conseguir diputados, que también, sino en despertar conciencias.

Centrándonos en Galicia. Los ayuntamientos, ¿fusionarlos o no?

Yo soy un ferviente municipalista, más que de las instituciones intermedias. Los ayuntamientos no tienen que desaparecer, simplemente habrá que estudiarlo seriamente con un criterio económico. Habrá muchos que no podrán sobrevivir sin una fusión. Esto ya pasó en España hace mucho tiempo y no pasó nada, simplemente hay que ver si podemos pagarnos lo que tenemos. Yo creo que el modelo de España, tal y como está configurado, y no precisamente por los ayuntamientos sino por las Comunidades Autónomas, nos ha llevado a un sobrecoste de la administración pública. Habrá que ver si hay que devolver ciertas competencias al estado.

¿El problema no sería que no todas las autonomías tienen las mismas características ni el mismo rigor histórico?

Yo nací en León, aunque soy gallego de adopción. Yo no tengo ningún miedo a la competencia entre autonomías, siempre y cuando el pilar que sustenta toda esa competencia sea un proyecto de nación. El actual estado de las autonomías nos ha llevado a desmembrar totalmente ese proyecto de nación común. Tenemos 17 proyectitos, 17 castas políticas ahí instauradas que fragmentan el estado de la nación en vez de armonizarlo. La respuesta es obvia después de estos 30 años.

¿No podrían quedar un poco desamparadas las diversas nacionalidades y culturas que hay dentro del estado español?

No tiene porqué. Las autonomías, tradicionalmente, nunca han existido en España y Galicia siempre ha estado aquí, la galleguidad siempre ha existido sin necesidad de autonomía. España siempre ha sido diversa y plural, esto es una cuestión de organización administrativa.

 

El gallego, la educación y la universidad

Aprovechando el tema de la diversidad cultural, ¿qué tiene pensado sobre la política lingüística?

Nosotros al contrario que todas las demás formaciones políticas, no defendemos lenguas, defendemos ciudadanos, derechos ciudadanos. Yo defiendo que la gente pueda hablar la lengua que quiera, que los padres puedan elegir la lengua en la que educan a sus hijos, pero siempre dentro del respeto hacia la otra lengua.

¿No incluiría una formación obligatoria del gallego?

Eso es otro de los tabús que hay en Galicia, parece que el Gallego solo sobrevive si hay un sistema regulatorio y normativo que lo proteja y que lo subvencione.

¿No cree que debería haber una garantía de protección sobre el idioma?

Yo creo que la mejor garantía de protección es crear espacios de libertad y que la gente elija. Yo tampoco soy nadie para decirle a una persona que idioma tiene que hablar o dejar de hablar. Habría que preguntarse en que medida esa protección y esa normativa de imposición lingüística para que decrezca el uso del gallego. En que medida esa imposición hace que se vea el gallego de mala manera cuando no debería ser así.

¿No cree que habría que garantizar un mínimo, tanto para el gallego como para el castellano?

Yo pertenezco a una generación que no estudiaron con el sistema actual. Teníamos una asignatura de lengua y otra de literatura gallega y hablamos el gallego perfectamente. Por ejemplo, si mi hija estudia conocimiento del medio, se trata de que aprenda conocimiento del medio. Si se utiliza esa asignatura para que aprenda gallego probablemente no aprenderá ni conocimiento del medio ni gallego. Tiene que premiarse el conocimiento sobre el aprendizaje de una lengua a través del conocimiento. Me parece también injusto que se vede la educación de los gallegos o que se nos imponga una lengua vehicular única cuando el castellano, que es tan propio como el gallego, se habla por 400 millones de personas. La vida va mucho más allá de Galicia, o de Pedrafita o del Atlántico.

¿Entonces piensa que hay una imposición del gallego sobre el castellano en el sistema?

Bueno, existe una ley de normalización lingüística, eso es tanto como llamar anormales a los que hablamos castellano en Galicia. No entiendo como desde el estado se puede pretender normalizar a alguien sobre su manera de hablar. No me gustan ese tipo de leyes impositivas.

Algo muy importante en Santiago, sobre todo ahora con el tema de las tasas. ¿Cuáles son las propuestas de su partido sobre la política universitaria?

Es evidente que la universidad ha perdido parte de su esencia, esa esencia de élite intelectual. También es evidente que hay demasiadas universidades y el nivel de calidad no es el deseado. ¿Hasta que punto el tema de las tasas influye en eso? Yo no me metería tanto en esos aspectos. Si que creo que debe primar tanto en subvenciones como en tasas, becas… el criterio académico junto con el criterio social. En principio proponemos agrupar las universidades. ¿Significa eso que desaparecería la universidad de La Coruña o la de Vigo? No, nosotros proponemos abrir el debate sobre si se necesario o como se reestructuraría el sistema. Hay muchos sistemas, sistemas anglosajones en los que el estudiante obtiene un crédito y luego lo devuelve cuando comienza a trabajar, entre otros.

¿Dentro de ese replanteamiento del sistema universitario tienen alguna otra propuesta?

Lo que está claro es que hay que ligar la universidad a la empresa. Otra cosa fundamental es formar gente para que pueda acceder al mercado laboral. Yo creo que formar gente teórica está muy bien, pero yo soy abogado y quiero poder desenvolverme como abogado cuando termine la carrera más allá de que conozca las cincuenta teorías básicas sobre determina figura jurídica.

En su programa marcan la educación como uno de los pilares básicos de la sociedad. ¿No cree que observan la educación desde un punto de vista más liberal y mercantilista, asociado directamente a la empresa privada, que como una necesidad social?

No, el estado tiene que garantizar un mínimo de educación. Pero que el estado garantice un mínimo en la educación no significa que la tenga que prestar de manera directa. Esto vale para todas las prestaciones de servicios. SI usted tiene un sistema privado eficiente, generará los suficientes recursos para permitir que la gente que no pueda acceder a esos servicios privados, vaya a un sistema público de garantías. Si usted quiere garantizar el mismo tipo de servicio a 44 millones de personas pues probablemente acabemos como estamos ahora mismo, con servicios públicos colapsados y que no funcionan.

¿No cree que tenga que haber ciertos sectores, como la sanidad o la educación, que permanezcan fuera de ese mercantilismo liberal?

Insisto, la garantía de la educación claro que es estatal, pero la prestación del servicio no tiene que serlo. Yo no tengo ese tabú de la privado es malo y lo público es bueno, habrá que analizarlo. En un momento es necesaria una cosa y en otro momento otra. No tiene que ser todo privado o todo público. Habrá elementos esenciales como las infraestructuras, seguridad, la garantía de la educación para que todo el mundo tenga un nivel mínimo para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de acceso al mercado laboral, etc. Si no hay una garantía mínima estatal habría grandes desigualdades. ¿Esto como se palía? Pues con unos sistemas educativos uniformes que garanticen unos mínimos.

¿Una ley de normalización educativa como las que dijo antes que no le gustaban?

No, de conocimientos mínimos. Se lo dice usted a una persona que siempre ha defendido la libertad de educación, incluso de gente que defiende la enseñanza en casa. No soy sospechoso de estatismo ni mucho menos.

¿Entonces no sería una prioridad una universidad pública?

Estar ya está ahí. Habrá que repensarla. Hacerlas eficiente.

Ustedes proponen la eliminación de todas las subvenciones a los medios de comunicación.

Si, una de las cosas que nosotros denunciamos es la red de entramados que hay entre el poder político, publico y financiero con los medios de comunicación. Todo medio de comunicación de dependa para subsistir de una subvención pública resulta evidente que está condicionado. Un ejemplo claro de esto somos nosotros. Tenemos un cierre informativo absoluto. Hay grandes cadenas que nos dicen directamente “No nos llaméis que tenemos orden de no daros un solo minuto en el aire”. Entonces uno se pregunta… la Xunta de Galicia convoca elecciones y deja para el gobierno en funciones la concesión de frecuencias de radio y televisión. ¿Tendrá algo que ver que los partidos que proponemos lo que usted dice, no salgamos en los medios? Pues no es necesario atar muchos cabos. Para evitar eso hay que reducir, sino eliminar, las subvenciones institucionales a los medios de comunicación. ¿Usted cree que hoy en día tiene un prensa libre? Ustedes son una prensa libre, con un proyecto emprendedor y sin ataduras económicas. Ustedes pueden hablar con quienes ustedes quieran. Yo no tengo acceso a grandes medios de comunicación, lo tengo a ustedes precisamente por eso.

¿No cree que medios como la Televisión de Galicia son importantes para la cohesión social?

Confunde eso con público o privado. Si la TVG la ve mucha gente, yo la veo. No tiene porque desaparecer. La cuestión es, ¿tiene que depender del sector público, o sea de los políticos? La TVG es prácticamente monolingüe, a mi me parece que eso es un criterio estrictamente político y en Galicia tenemos dos lenguas. ¿Eso es un criterio político, económico, de cohesión social? Galicia está cohesionada. Lo contrario sería decir que la única manera de cohesionar un territorio seria a través del aparato estatal, pues no necesariamente.

 

“No soy político y renunciaré a mi salario”

¿Los sondeos que manejan que les dicen? ¿Van a entrar en el Parlamento de Galicia?

Como somos una plataforma ciudadana no manejamos encuestas de opinión de grandes números porque no los tenemos. No somos una gran formación política que encargue una millonada en encuestas. Algunas hemos hecho y si que hay unas expectativas razonables, muy razonables, por lo menos en esta provincia y obviamente en Pontevedra, donde se presenta Mario Conde.

¿Entonces tienen aspiraciones de entrar?

Sin ninguna duda, nosotros hemos llegado aquí para quedarnos. Sea cual sea el resultado el 21-O la plataforma ciudadana llega para quedarse e intentar llevar la voz de la gente al parlamento. Llegaremos hasta donde lleguemos, explicaremos a la gente las cosas y la gente que decida. Yo no apelo a la política del miedo como los que dicen “No voten al partido de Mario Conde porque entonces habrá un pentapartito o favorecerán al BNG”. Mire, el político al que la gente no vote será él, única y exclusivamente, el culpable de que la gente no lo haya hecho y no haya sabido satisfacer las necesidades de sus votantes. Los gallegos somos adultos y si mañana sale un gobierno pentapartito será porque los gallegos lo han querido así.

En caso de que estuviera en juego la gobernabilidad de Galicia. ¿Con quienes se sienten más afines para poder pactar?

Es evidente que nosotros no comulgamos con independentismos ni nacionalismos. Está en nuestros principios programáticos la defensa de la nación española y sus símbolos. Fuera de eso somos leales a los principios que tenemos. No hablamos en el mismo lenguaje que el político profesional. Si yo por ejemplo voy a un parlamento renunciaré a mi salario, intentaré en la medida de lo posible seguir trabajando de lo mío e iré al parlamento cuando sea necesario. Bajo esa premisa no tenemos ninguna necesidad de que nos den una Consellería, ni que pactemos una vicepresidencia ni nada por el estilo. Pactaremos con el partido que cumpla las exigencias que le pongamos encima de la mesa. Y sino pues gobernará en minoría o lo que sea. Hay gente que ya dice que no pacta con nosotros. A lo mejor, llegado el momento, puede ser que como el lenguaje de los políticos profesionales es tan ambiguo quien sabe. Nosotros no tenemos ambigüedades. Sea el que sea, si no cumple los requisitos, no pactaremos.

Mario Conde dijo que pactaría con el Partido Popular sin Feijóo.

No, lo que vino a decir es que si ese señor no quiere nuestros votos y luego el PP viene a pedirlos, es evidente que el requisito principal es que si una persona nos dijo No, no sea esa la persona que venga a proponernos un pacto. Nosotros no somos políticos, si decimos sí, es sí. No es si hoy para ganar unos votos y mañana no. Entonces si este señor hoy dice no, para nosotros es no hoy y no mañana.

Para finalizar. Vimos que hace poco retó a Beiras a un debate. ¿Podremos ver algún debate próximamente entre Mario Conde y alguno de los otros candidatos?

Ha retado a todo el mundo. No tenemos ningún problema. Yo tengo estado en tertulias de diversos medios debatiendo con gente que no está ni en las listas del PP. No exijo que esté uno u otro, ni tengo un gabinete de prensa. Somos ciudadanos, abiertos a debatir con todo el mundo. La cuestión es si todo el mundo está abierto a debatir con nosotros.

 

Esta entrevista fue realizada por Roi AlexandreDavid Fontán y Darío Domínguez – Fotos: Compostimes