Carolux Rex (Sabaton)

(Nuclear Blast / Abril de 2012)


Normalmente si nos ponen delante de las narices un trabajo de heavy metal con ramalazos power, aún por encima conceptual, sobre la historia del Imperio Sueco entre los siglos XVI y XVIII y, especialmente centrado en las andanzas de Carlos XII (uno de los mejores estrategas militares europeos de la historia), lo más normal es que se nos caiga el alma a los pies. Lo primero que pensaremos será algo así como “Por el amor de Dios, otra pedrada infumable como el Nostradamus de los Judas Priest no, por favor, que rompo algo, me-cago-en-la-puta” pero, por suerte, nos encontramos ante algo distinto. Para quien no los conozca, los escandinavos Sabaton están hechos de una pasta diferente. La voz de Joakim Brodén se escapa de los estándares del heavy, resultando grave y profunda como pocas. No son virtuosos con sus instrumentos, más allá de un típico doble bombo metalero por aquí, un pequeño solo por allá… pero son una máquina incansable de hacer canciones (y en especial estribillos) memorables que, como te pillen desprevenido, se terminarán pegando a tu cabeza por mucho que te esfuerces en lo contrario. Y gracias a esto es que, desde hace unos años, Sabaton consiguen atraer a sus conciertos tanto a seguidores del género como a personas totalmente ajenas a los estándares del metal.

The Lion from the North y Gott Mins Uns son dos petardazos iniciales, totalmente incontestables, la segunda mostrando además una sección instrumental algo diferente de lo habitual, con influencias casi del palo de Blind Guardian (por segunda vez pediré que no se encienda todavía la voz de alarma, que aquí no hay horterismo ninguno). La sorpresa llega con A Lifetime of War, tema mucho más lento de lo que es común en la banda sueca, en la línea quizás de Cliffs of Gallipolli, pero más avanzada técnica y estilísticamente, con coros tan épicos que pueden ponerte la piel de gallina. Y es que Sabaton llevan toda una vida de guerra, desde los 18 años despachando desde cada poro de su piel la Guerra de Vietnam, el Desembarco de Normandía o el arte de la guerra de Sun Tzu.

Carolean’s Prayer es una joya como pocas se han creado en toda Escandinavia, con un bajo distorsionado y poderoso y una melodía que es una nueva maravilla del mundo actual, por no hablar de la letra, que elevará el espíritu de cualquiera hasta el glorioso paraíso, incluyendo además, pequeños pasajes en sueco. Tras Killing Ground (otro tema típico de la escuela Sabaton, directo y pegadizo) la calidad de las canciones baja poco a poco para prácticamente decepcionar en Ruina Imperii, último corte del disco y quizás uno de los peores temas que nos han mostrado últimamente. Por otro lado, no podemos juzgar a un frondoso manzano de forma negativa por el hecho de que un par de las manzanas estén ligeramente podridas, sobre todo si el resto de frutos son absolutamente deliciosos.

El disco está impecablemente producido por Peter Tätgren y, si tuviésemos que buscarle una nota negativa (o, más bien, preocupante) sería la deserción de cuatro de los miembros del grupo, obligando a Joakím y al bajista Pär Sundström a reformar la banda nada más terminar de grabar el álbum. Es muy probable que esto cambie sustancialmente a la banda, pues ningún conjunto sigue siendo el mismo cuando tantos integrantes desaparecen, por muy semejantes o capaces que sean sus substitutos, pero con discos como éste (y sobre todo los increíbles Attero Dominatus y Primo Victoria, de hace unos años) no podemos más que tener fe en ellos, en que volverán a ofrecernos una y otra vez la belleza de la guerra, mientras les quede sangre en las venas.

Puntuación: [80/100]